Las autoridades insisten en el uso de la mascarilla tanto en espacios cerrados como exteriores.

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La Navidad ha llegado por segundo año consecutivo condicionada por la pandemia del coronavirus. A pesar del aumento de los contagios por la variante ómicron y a diferencia del año pasado, la mayoría de restricciones en las Islas fueron levantadas hace unos meses. Mallorca vivirá unas fiestas muy diferentes a las del año pasado, sin limitación de movilidad ni toque de queda.

A nivel nacional, el Gobierno central ha rescatado como única nueva medida para estas fiestas el regreso de la mascarilla obligatoria en los espacios exteriores. Además, las recomendaciones generales son mantener el uso de la mascarilla durante los encuentros sociales, preferiblemente FFP2, guardar la distancia interpersonal, ventilar los espacios cerrados y la higiene de manos y uso de gel hidroalcohólico.

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En cuando a las restricciones autonómicas, Baleares ha descartado aprobar medidas más severas de cada a la Navidad y, únicamente, amplía el uso del certificado covid a toda la restauración, independientemente de su aforo. Por tanto, para entrar a cualquier bar, restaurante o cafetería será necesario presentar en la puerta el documento que acredita la pauta completa de vacunación. También se pide en cines, circos, albergue, gimnasios y ocio nocturno, entre otras actividades. Los sanitarios también deben acreditarlo para acceder a su puesto de trabajo y, si no están vacunados, deben someterse a tres pruebas diagnósticas por semana. El cambio de niveles de cada isla entrará en vigor previsiblemente este jueves, en el momento en que se publique en el Boletín Oficial de las Illes Balears. A partir de este momento se aplicarán las medidas que hasta ahora estaban aprobadas por cada nivel de alerta sanitaria, en el caso de Mallorca nivel 3. Los cambios introducidos respecto de las medidas que se añadirán al nivel de alerta sanitaria 3 serán enviados al Tribunal Superior de Justicia para su validación y entrarán en vigor una vez tengan la autorización judicial. Las medidas estarán vigentes hasta el 24 de enero.

Por otra parte, la recomendación de la Conselleria de Salut es que las personas con síntomas de la enfermedad o no vacunadas no asistan a las reuniones sociales o familiares por prudencia. Otra de las diferencias de este año es que no hay limitación en cuanto al número de personas en la cenas o comidas, ni en espacios privados ni en restaurantes. Aún, las autoridades sanitarias recomiendan hacerse un test de antígenos antes de acudir a las mismas si en dicha celebración se compartirá espacio con una persona vulnerable. Estos encuentros deberían producirse en grupos reducidos de personas, máximo entre 10 y 15 comensales, y lo ideal es que esas reuniones sean de grupos estables, máximo dos grupos de convivencia.