El autor destaca que «el libro pretende poner cara y ojos a los protagonistas de la II República en Mallorca y reflejar el ambiente popular, huyendo de los hechos estrictamente políticos y del academicismo historiográfico. Nos adentramos en cuestiones como la cultura, los avances sociales o el deporte, vistas desde las clases populares».
Herranz señala que «la II República fue acogida en Mallorca con un gran entusiasmo. En teoría, significaba una oportunidad para salir del atraso económico y social. Fue recibida con ilusión porque las clases populares se sentían protagonistas de la voluntad de transformación. El mismo 14 de abril, manifestaciones espontáneas procedentes de Santa Catalina y La Soledat-el Molinar confluyeron en Cort. El régimen monárquico estaba muy deteriorado, era impopular y había unas ansias de cambio ante las que los políticos de la época se vieron desbordados. Por contra, las clases dominantes recibieron la República con recelo y un cierto miedo. Les parecía casi ofensivo que el hijo de un obrero o de un payés tuviera la oportunidad de estudiar e incluso de tener una carrera política. Les pilló con el pie cambiado, pero pronto empezaron a organizarse en torno a las derechas».
El autor añade que «con el golpe de estado de 1936, las clases dominantes esperaban un desenlace rápido, al estilo de los pronunciamientos militares del siglo XIX, y no una guerra de exterminio de tres años de duración. La represión posterior en Mallorca fue desproporcionada en relación a los escasos hechos bélicos que se desarrollaron en la Isla».
Para Albert Herranz, «con la República, las clases populares se vieron favorecidas con un mayor acceso a la educación y la cultura, y una mayor participación en las decisiones políticas. Se avanzó en la atención médica, se dieron pasos en ciencia, se le dio por primera vez a la mujer una presencia política y social, y se construyeron numerosas escuelas, hasta tal punto que durante décadas los centros educativos de muchos municipios de Mallorca fueron los creados por la República, pero los problemas económicos y sociales persistían. Mucha gente quería de forma urgente la reforma agraria y la mejora de las condiciones laborales y sociales, pero el Estado republicano no podía maniobrar con tanta rapidez. Llegaron los efectos del Crack del 29. Todo ello empezó a generar desilusión y una parte del movimiento obrero optó por la vía revolucionaria. La sociedad se polarizó, creando antagonismos».
Más allá del análisis de la época, el escritor señala que «el gran drama de España es que no hubo una Ilustración y unas revoluciones industrial y científica como en otros estados europeos. Por ello, al llegar la República, se depositó en ella la confianza en unos cambios que se habían esperado durante mucho tiempo y que se querían rápidos. La crisis económica y las ideologías totalitarias emergentes -fascismo y comunismo- crearon unas condiciones muy duras de supervivencia para la República».
El apunte
Una economía diversificada, pero en parte sumergida
18 comentarios
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Pues vale, si tant bona es la republica, que emigrin cap a Venezuela, Cuba o Argentina, i que ens diguin com les va.
Hace un par de años hablé con un señor centenario que había vivido "la república" y lo que me dijo es que pasaron un hambre horrible y mil y una penurias... Y ahora sale un iluminado diciendo que vamos no podían estar más contentos... Vete al servicio y salta dentro... SECTARIO.
Del artículo sobre el pobre adoctrinado este me quedo con el anuncio, escrito en mallorquín, no he catalán ni en standard, ah, como dicen más abajo, aquí la repu fue bien recibida por una minoría que no ganó, tal cual está pasando ahora, por ejemplo con los vendidos de MES
"Tenim que", Edu? Tu deus ser un mallorquí de pa amb fonteta...
Una mentira por mucho que se repita, sigue siendo mentira.
Del golpe de estado del 31, a falta de terminar el escrutinio, se produjeron 2 golpes más, siendo los protagonistas los dirigentes de los diversos grupos fácticos de la República. Si en un principio los ideales eran para ayudar a las clases bajas, éstas quedaron igual o peor que antes del exilio de Alfonso XIII.
En abril del 31 no se votó entre Monarquía o República, no se votó el modelo de Estado. Las elecciones fueron para elegir a los miembros de las corporaciones locales. Eso es lo que siempre se omite, nunca se dice esa información. Se omite de forma tendenciosa y mal intencionada. Lo que ocurrió fue un golpe de Estado, que subvertió el orden constitucional u el modelo de Estado vigente. El Rey Alfonso XIII se marchó, de una forma cobarde e ignominiosa, y no supo defender ese orden constitucional y el modelo Estado. Tanto en Mallorca, como en el resto de España, el mal llamado entusiasmo inicial por la República, que vino de una forma fraudulenta, se fue perdiendo.
Som i SeremY ahora hay quienes la quieren reescriben, así que ya sabes quien es la clase privilegiada ahora.
Vamos para los cien años de esos hechos pero siguen con el tema, como si no tuviéramos mejores cosas en qué pensar....
Señor Herranz... el golpe de Estado se produjo el 14 de abril de 1931, cuando un grupo de "políticos progresistas" financiados desde la estinta Unión Soviética, ayudo a conspirar para derrocar un régimen monarquico que había ganado las elecciones municipales. Tan democrática fue la II República, que todos aquellos alcaldes y consejales monarquicos que fueron electos ese 14 de abril, fueron destituidos de forma fulminante de sus cargos, por el simple hecho de ser monarquicos o católicos. Desde el nuevo régimen pro soviético se instauró la nueva norma, que para ejercer cualquier cargo público, tenias que jurar primero lealtar a la II República. Y qué pasó con aquellos que no creían en esa II República? Pues, fueron perseguidos, encarcelados, torturados, o asesinados. De hecho, ya el 14 de abril de 1931, existía una guerra civil dentro de España, con atentados y asesinatos a diario, cometidos por anarquistas, socialistas, comunistas, troskistas, stalinistas, leninistas, independentistas vascos o catalanes... Entre todas las facciones de la izquierda revolucionaria, se mataban entre si, para conseguir el poder absoluto. Para dar un pequeño ejemplo, sólo un caso... lo ocurrido en Asturias en 1934, donde los socialistas (el hoy PSOE progresista de Pedro Sánchez), fieles a la II República, organizaron un golpe de Estado contra esa II República. Es decir, los socialistas querían la abolirón del sistema republicano establecido por la Constitución de 1931 y su sustitución por un régimen socialista marxista stalinista. Por algo, a Largo Caballero, le llamaban el Lenín español.