Jaime Far este miércoles. | Pere Bota
El exdirector de la Oficina de Prevenció i Lluita contra la Corrupció, Jaime Far, aseguró este miércoles que no inició ninguna actuación «sobre el bar de copas aquel» –se refería al Hat Bar, al que acudió una vez la presidenta Armengol y otros cargos durante el estado de alarma de 2020– porque «no parecía que tuviera relación con el uso de fondos públicos» y que «no podemos convertirnos en vigilantes de todo» y ocuparse de «conflictos éticos». Far respondió así a una pregunta que le había formulado la diputada del PP Núria Riera durante una comparecencia ante el Parlament. Aunque Far ya no ocupa ningún cargo públicos (dimitió en enero) respondió al llamamiento de la Cámara a petición de ese partido que quería aclarar si el exdirector de la Oficina Anticorrupció recibió presiones del Govern durante el desempeño de su cargo y que si esas presiones fueron las que le llevaron a marcharse. Far lo nego. Dijo que «no tuve presiones políticas» pero que «es cierto que es un puesto incómodo y que debe saberlo cualquier persona que lo ocupe».