Bohdan, Sasha y Mischa (tres de los menores ucranianos acogidos por Maria Gracia), con la hija del entrenador del club de fútbol de Can Picafort, Biel Caldentey, que les regaló toda la equipación.

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El día antes de que el ejército ruso comenzara a invadir Ucrania, Maria Gracia, de Santa Margalida, ya se había movilizado para acoger a varias familias. Mantenía el contacto con una ucraniana que había trabajado en su negocio y no se lo pensó dos veces: ahora ya da cobijo a 16 personas, entre las cuales hay seis menores de entre seis y 14 años. En cuanto llegaron a Mallorca se apresuró para escolarizarlos. «Eran los primeros que llegaron a la isla; hemos abierto camino», explica Gracia, porque no fue hasta casi dos semanas después del inicio de la guerra que se empezó a hablar públicamente de este asunto por parte de las instituciones.

Gracia cuenta que la adaptación de los menores está siendo fácil para todos, salvo para una de las niñas afectada por lo que ha vivido. Los más pequeños, que están en Primaria, van al colegio público Vora Mar, de Can Picafort, donde alumnos rusos y ucranianos que ya vivían en la isla antes del conflicto se han volcado para ayudarles a que se integren con facilidad.

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«Tienen claro que es una cuestión política», apunta Gracia, y añade que el hecho de que estén en un pueblo también favorece el proceso de adaptación. Gracia, que tiene negocios en la restauración, dice que dará trabajo a las madres de los menores, pero lamenta que circulen ciertos rumores al respecto. «Nos da mucha rabia que digan que los hemos acogido para que trabajen», dice molesta.

El director del Vora Mar, Joan Pons, comenta que el idioma es una «gran barrera», pero la están sorteando gracias a los niños ucranianos y rusos que han «apadrinado» a los recién llegados. A los alumnos del centro se les explicó la situación de la guerra en Ucrania, y el director asegura que «se han volcado y se sienten responsables de ellos; es algo muy bonito», afirma. Pons recuerda que tienen a niños de todo el mundo, y que el proceso de escolarización ha sido normal, pero con el dramático añadido de que vienen de una guerra.

Foto de 13 de los 16 personas acogidas por Maria Gracia.

En este sentido, el director explica que hicieron una recogida de material escolar, y además han mantenido el contacto con la Conselleria d’Educació, que envió un inspector y les ha dado recomendaciones y pautas a seguir. Balears ha escolarizado 165 ucranianos desde que comenzó la llegada de desplazados huyendo de la guerra. Las comunidades han escolarizado a casi 10.000 alumnos en centros escolares, según los últimos datos del Ministerio de Educación.