Las espectaculares calas y la calidad del agua de mar, uno de los principales atractivos para turistas, visitantes y residentes. | M. CLADERA

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Las razones por las que Mallorca se ha convertido en un destino demandado en todos los mercados emisores, inversores y empresas, sean o no tecnológicas, es algo que genera la envidia sana en el resto de destinos competidores en el Mediterráneo. No hay un lugar vacacional con una conectividad aérea tan diversificada y a menos de dos horas y media de cualquier aeropuerto comunitario y esto unido a la mejora de la calidad de su oferta vacacional es lo que propicia que gane enteros de un año para otro, pero siempre en alza.

Las últimas cifras de pasajeros en puertos y aeropuertos previas a la pandemia, de 2019, ya no dejaban duda alguna de la gran proyección turística de la Isla. La COVID truncó una línea ascendente, pero, tras dos años, se vuelve a la misma senda, aunque con criterios de sostenibilidad y circularidad, ambos términos puestos de moda por políticos, instituciones, patronales y el propio sector empresarial y turístico por los fondos Next Generation. El conseller insular de Turismo, Andreu Serra, da en el clavo al evaluar qué pasa: «La Isla se ha convertido en algo más que un destino tradicional de sol y playa, ya que es ahora un lugar experiencias turísticas que tiene a su favor, a parte de otros muchos activos y atractivos, que es una isla muy bien conectada y que lo tiene todo. Es más, Mallorca está de moda en Europa».

Esta facilidad de conexión con la práctica totalidad de aeropuertos europeos se convierte, sin embargo, en un serio problema si la demanda vacacional no queda satisfecha de lo que ve, aprecia y disfruta durante su estancia vacacional». Serra añade que en estos momentos «somos un destino refugio por ser seguros en todos los aspectos, a parte de haber mejorado la calidad de nuestra oferta vacacional».
Fomento del Turismo de Mallorca, la Federación Empresarial Balear de Transporte (FEBT), el ente aeroportuario AENA, la patronal de las agencias Aviba, así como la Fundación Impulsa coinciden en un aspecto fundamental, como es que la evolución turística de Mallorca ha ido acompañada en los últimos años por una modernización de infraestructuras, servicios y mejora de la calidad turística que en opinión de todos ellos «nos hace imbatibles frente a la competencia». Precisamente, la calidad de vida que impera es lo que explica el boom de la inversión extranjera en la compra de inmuebles de lujo, lo que provoca la llegada periódica de un turismo de alto poder adquisitivo que repercute en todos los sectores productivos.

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Mallorca cuenta con una oferta hotelera óptima, que en el caso de Palma tiene su buque insignia en los hoteles boutique. La restauración es de máxima calidad, así como la oferta complementaria, comercial, de transporte y servicios turísticos. El presidente de la FEBT, Rafael Roig, considera que «Mallorca es un destino privilegiado porque cuenta con una infraestructura modélica en todos los sentidos muy valorada por parte del turismo español, europeo y el procedente de mercados internacionales». Los grupos turísticos TUI, Alltours, Jet2, EasyJet Holidays, FTI y DER Touristik, así como ABTA y la DRV inciden en que Mallorca es un enclave vacional con una oferta de ocio inigualable, en el que destaca su naturaleza, playas, calas, calidad del agua y un segmento muy demandado en los últimos años, como es el turismo activo. Aquí hay que señalar el golf, náutica, senderismo, cicloturismo y todo tipo de deportes de naturaleza.

Estrategia

El conseller de Turisme i Treball, Iago Negueruela, puntualiza que «la recuperación tan grande y tan fuerte que ha experimentado el destino ha sido posible gracias al trabajo conjunto del Govern, patronales y sindicatos». Negueruela añade que gracias a este trabajo «no se ha destruido tejido productivo ni puestos de trabajo, lo que, unido a una estrategia y planificación conjunta, nos ha permitido posicionarnos muy rápido en el mercado como el destino más seguro de toda Europa».
La conjunción de sinergias entre administraciones y sector privado ha provocado que Mallorca sera un ejemplo de colaboración pública y privada.

«Desde el inicio de la pandemia hemos trabajado en iniciativas encaminadas a proteger nuestro tejido productivo, así como a nuestros trabajadores, con el objetivo de impulsar estrategias que nos permitieran planificar bien las temporadas turísticas. Un trabajo que se acompañó el año pasado del Plan de Reactivación Turística, dotado con 11 millones de euros, y que nos permitió ser el primer destino en reiniciar la actividad y liderar todas las estadísticas turísticas», incide Negueruela. Andreu Serra afirma que «lo tenemos todo para seguir siendo un referente».