Toñi Narváez, con la pequeña Martina, Maribel, Ajo, Martina y Salud, del CEIP es Pil.larí. | M. À. Cañellas
Palma28/05/22 3:59
La familia de Martina ha dado un paso más para luchar por la inclusión real de esta pequeña, que nació con una anomalía congénita, una delección cromosómica que le ha causado una discapacidad intelectual y física. Tiene el cuerpo de una niña de seis años, pero la mentalidad de un bebé de pocos meses de edad. Gracias al tesón de la familia y de parte del equipo docente del CEIP es Pil.larí, la escuela cuenta desde este jueves con un mural, un abecedario de la lengua de signos para que los compañeros de Martina tengan nociones de este lenguaje.
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