Palma captó el turismo familiar ruso de alto poder adquisitivo. | R.L.

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El conflicto geopolítico entre Bruselas y Moscú por la vacuna Sputnik contra el coronavirus y la actual guerra ruso-ucraniana han provocado que Mallorca contabilice ya dos veranos sin turismo ruso, que en la prepandemia se ha había convertido en uno de los mercados alternativos con mejor evolución y perspectivas y ser, al mismo tiempo, uno de los más demandados por su alto poder adquisitivo.

Al no estar aprobada ni homologada la vacuna Sputnik por la Organización Mundial del Turismo (OMS) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), los países comunitarios no aceptaron el pasado año los certificados sanitarios emitidos por la Federación Rusa, circunstancia que provocó que los turistas rusos no pudieran ir de vacaciones a Mallorca, dejando de venir más de 140.000.

El cónsul de la Federación de Rusia en Baleares, Sebastià Roig, señalaba el pasado año: «La pugna con la Unión Europea por la vacuna Sputnik ha provocado la desaparición del turismo ruso en Mallorca, cuando se trata de un mercado que está deseoso por viajar y venir a la Isla. Su visita provoca un gran impacto económico. La pugna entre la Unión Europea y los terceros países con todo el proceso de vacunación, así como la política de visados, ha influido negativamente durante 2021».

Una vez regularizada todo lo concerniente a las vacunas, nadie podía sospechar que a finales de febrero de este año se produjera la invasión de Ucrania por Rusia. En el gráfico adjunto se aprecia los vaivenes por los que el turismo ruso ha pasado en los últimos diez años, pero llama la atención que , de los 120.400 turistas de 2019, se pasara a cero en 2020 y la pírrica cifra de 6.216 de la pasada temporada turística. Este año se repetirá la cifra de cero turistas rusos por el cierre del espacio aéreo y todas las restricciones geopolíticas y económicas de Bruselas y Washington contra Moscú por el conflicto bélico.

La industria turística rusa y ucraniana ha tenido numerosos altibajos en los últimos cinco años, pero desde 2014, tras finalizar el conflicto ruso-ucraniano (crisis de Crimea), el rublo se revaluó frente al euro y ello incrementó de forma considerable el poder adquisitivo de este mercado en los destinos vacacionales europeos, principalmente en Catalunya, Balears, Rodas y Creta.

En plena pandemia, los touroperadores rusos tuvieron que desviar turistas hacia otros países. Anex Tour, el principal grupo turístico ruso, programó vuelos, con su aerolínea Azur Air, a Cuba, México, República Dominicana, Maldivas, Sri Lanka (la antigua Ceilán), Turquía y a Egipto, en concreto a Hurghada.

Desde Anex Tour indicaban al respecto: «Nos hemos visto obligados a buscar mercados alternativos al europeo, por lo que hemos logrado que durante todo el 2021 viajarán turistas rusos a destinos internacionales no europeos». El conflicto bélico echó por tierra todas las previsiones de los touroperadores rusos para la temporada 2022, entre ellos Anex Tour, Tez Tour, TUI, Pegas y Coral Travel.

Mercado

El mercado ruso se había convertido en uno de los más demandados por el sector turístico por su alto poder adquisitivo hasta la llegada de la pandemia, ya que se caracterizaba por su elevado gasto e impacto económico en todo el tejido productivo de la Isla.

La situación actual está marcada por la duración del conflicto bélico y la delicada coyuntura económica en la que han quedado los touroperadores rusos, ya que se han visto obligados a eliminar todas sus programaciones de vuelos y no tener ingreso alguno por el boicot internacional. Nadie sabe cómo va a evolucionar el conflicto, que dura ya más de seis meses, y cómo quedarán las relaciones políticas de Moscú con el resto de países europeos. Entre la pandemia y la guerra, Mallorca ha perdido un mercado turístico interesante, con proyección y que era del agrado de hoteleros y resto de sectores turísticos de la Isla.

Un mercado que descubrió la Isla por motivos puramente económicos

De los primeros turistas rusos que llegaron a la Isla a principios de los 90 –que se dedicaban a vender caviar y latas de cangrejo Chatka para poder comprar todo tipo de electrodomésticos para llevárselos a su país–, se pasó en los años posteriores a conseguir captar un nicho de mercado de alto poder adquisitivo que demandaba hoteles de cinco estrellas, restaurantes, grandes superficies y establecimientos de ropa, calzado y complementos de lujo.

Su cifra ha ido evolucionando de forma progresiva por la apuesta de los grandes touroperadores rusos. A esto hay que sumar que desde los primeros vuelos chárter, que provocaron una gran expectación en la Isla, se sumaron luego los vuelos directos de Aeroflot, Siberian Airlines (S7 Airlines) y Azur Air.

Este mercado, desde sus inicios, tuvo un impacto económico destacado en toda la oferta de restauración y también complementaria. Las grandes superficies y las tiendas de moda y complementos de lujo de Palma se beneficiaron de un turismo de alto poder adquisitivo que, se caracterizaba hasta su desaparición por no regateas en nada a la hora de comprar.

Taxis y empresas de alquiler con conductor (VTC) tampoco quedaron atrás. Los hoteles de cuatro y cinco estrellas han visto como el turismo ruso les reportaba altos dividendos, de ahí el trato personalizado que han tenido y tienen en la oferta de alojamiento de máxima categoría. La conectividad aérea entre Rusia y Mallorca propició con el paso de los años que inversores rusos se interesaran por el mercado inmobiliario de lujo en las zonas turísticas de la Isla.