Esta medida supone una inversión de 11 millones de euros, que beneficiarán a 19.000 empleados sanitarios. «Porque los servicios públicos valen tanto como sus profesionales. Y tenemos los mejores, una plantilla vocacional que nos permite poner siempre la mirada en la gente, para fortalecer todos los servicios», ha declarado.
Acto seguido ha desglosado los cinco grandes objetivos que se ha marcado para la sanidad pública. El primero de ellos es recuperar en 2023 los tiempos de atención previos a la pandemia, dando continuidad al plan de choque contra las listas de espera. El segundo es impulsar la Atención Primaria, con más profesionales, nuevas infraestructuras y ampliaciones. La atención a la salud mental es el tercero; mientras que acercar la atención especializada a cada comarca es el cuarto; y dar respuesta al envejecimiento de la población, el quinto.
Para ello, ha anticipado que el presupuesto sanitario seguirá creciendo y «con las inversiones previstas haremos de la atención sociosanitaria, la dependencia y la estrategia de cronicidad el corazón de un sector fuerte dedicado a la economía de los cuidados, siempre fortalecida por la concentración con el trabajo vital del tercer sector».
Reacción de los profesionales
El presidente del sindicato médico (Simebal), Miquel Lázaro, ha asegurado que se trata de una reivindicación histórica que llega tarde, puesto que el Gobierno central autorizó a reducirla en el año 2018. A su modo de ver, se hace justo ahora por una cuestión electoralista, puesto que en mayo de 2023 se celebrarán las elecciones autonómicas.
Desde el sindicato de enfermería, Satse, han manifestado que «es una reivindicación de hace años». En este punto, han recriminado que «era incomprensible q nos trataran como funcionarios de segunda al no instaurarnos la jornada de 35 horas como hicieron con el resto de funcionarios dentro de nuestra comunidad. Como no puede ser de otro modo, acogemos gratamente esta medida y, sobre todo, después del gran esfuerzo que han tenido que realizar todas las enfermeras y fisioterapeutas de las Islas en esos últimos años».
5 comentarios
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Durante 35 años con plaza de especialista por oposición nacional, nunca dejé de visitar a nadieel mismo dia que viniera a consulta . había un horario, y una prolongación de horario contemplada para inesperados y últimas horas.Funcionaba de otra forma, sin citas telefónicas,ni ordenadores ni gerencias que se atribuían estadísticas con records numéricos. El primer paso a liarla fue empezar a pedirnos cada mes cuantos teníamos apuntados , Despues elaborar una fichas y mandarlas a una secretaría. Siguió elaborar cuatro papeles para cada paciente, uno de ellos tan grande que se le hacía copia con papel carbón, y así empezaron a centralizar las agendas ( antes, una simple libreta de tapa dura para cada especialista ), empezaron a crecer las listas de espera.Naturalmente que de cara a estadísticas, lo digital reune muchas ventajas, pero quitar la gestión directa y la responsabilidad a cada profesional, genera dilución y paso de responsabilidad a los gestores que "necesitan" que haya problema para seguir siendo ellos" los salvadores y gracias a ellos porque sería peor" . Si no hay lista eres prescindible. Ese es el lema que está detrás de mucha gestión centralizada
Las listas de espera irán a menos rapidamente
Veo que ESTE COLECTIVO NO HA PICADO. Cuestión de cultura. Gracias por vuestro esfuerzo a pesar del maltrato recibido.
Acabo de intentar cita con mi médico de familia. Sale un mensaje de que no hay citas en los próximos 10 días y no me da opción a pedir cita pasados esos diez días. O sea, por ahora, nada. Y no lo digo por el personal, si han de hacer menos horas siendo una reivindicación, que las hagan, pero los gerentes han de cubrir esa falta de profesionales. ¿Están enterados de que su planificación es mala? Hace meses te cambiaban la cita presencial por telefónica, ahora ni eso. Bien no vamos.
Pocos que son, y les quitan horas jajajaja. Qué país!