Gesto de la presidenta    Armengol mientras intervenía el portavoz de Vox. | Jaume Morey

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La mayoría de grupos del Parlament balear (incluidos PSIB y PP) quieren extender a todas las Islas las limitaciones al tráfico de vehículos que ya se aplican en Formentera. Aunque, como son conscientes de las dificultades que eso supone van paso a paso y optan por pedir al Govern que promueva un nuevo marco    legal de la mano de los consells de cada Isla. En esta misma línea, también reclaman del Ejecutivo autonómico que fije un techo de coches de alquiler.

Son dos de las 10 propuestas que asumió ayer el pleno partiendo de una moción que defendió el portavoz del PI, Josep Melià, con el propósito de contener la saturación y presión humana sobre las Islas. Algunas no pasan de ser meras declaraciones de intenciones, como la de constatar que existe un problema y que es «insostenible» el crecimiento de la población, pero otras apuntan medidas concretas e incluyen llamamientos para resolver la cuestión de fondo. Por ejemplo, pedir al Gobierno central que atienda a la población flotante de las Islas y no sólo a la de hecho cuando apruebe el nuevo sistema de financiación.

La Cámara ya ha aprobado alguna vez esta reclamación, igual que ya tomó en consideración en el pasado otra que prosperó ayer: la de cambiar el sistema de gestión de los aeropuertos y que sean las Islas quienes tengan la última palabra sobre las dimensiones del recinto aeroportuario e, incluso, sobre las conexiones aéreas en origen y destino. El pleno hizo este encargo al Gobierno del Estado, que es quien tiene la competencia. La novedad de ayer es que es el primer pleno con medidas concretas después de un verano –primero después de pandemia– marcado por la masificación.

Límites a extranjeros

Otra de las medidas concretas tiene que ver con los límites a la compra de vivienda. La Cámara aceptó instar al Govern a limitar la compra de viviendas por parte de no residentes o de personas con menos de cinco años de residencia en las Islas. No así aplicar cambios fiscales que «desincentiven venir a vivir en Balears». Este punto sólo lo votó el grupo que lo proponía, el PI, que tampoco consiguió sacar adelante las propuestas que aludían a la «inmigración ilegal». Una de estas propuestas pedía «el retorno a sus países de origen». La moción del PI contenía 18 medidas.

La sobrepoblación, dijo Melià, «es uno de los grandes debates que tiene que plantear la sociedad de Balears, de gran trascendencia y que afecta de manera muy directa a la calidad de vida y derechos de los ciudadanos». El portavoz de Més per Menorca, Josep Castells –que en otras ocasiones ha llevado el peso en este tipo de propuestas– «celebró» que Melià utilizara algunos de sus argumentos, aunque no consiguió una crítica directa al turismo. Indicó que él no está en contra del turismo pero sí en que hay que ponerles límites. Y citó a la hotelera Carmen Riu.