Mallorca es un paraíso. Una isla que, sin lugar a dudas, da mucho de sí en cualquier época del año. La oferta es tan amplia que -en repetidas ocasiones- cuesta decidir el rumbo, el lugar y el tipo de actividad cuando se trata de desconectar unos días, de tomar un respiro y parar tan solo a disfrutar.
Un día cualquiera y en cualquier rincón de Mallorca te sobrarán las razones para darte una escapada y rendirte un homenaje, para disfrutar con amigos, en familia o en pareja. Y por supuesto, la Navidad y el Fin de Año es una de las mejores ocasiones para hacerlo.
Nos vamos de hotel
La oferta hotelera de Mallorca es tan extensa como variada, desde majestuosos hoteles boutique, hasta encantadores establecimientos de interior, verdaderos remansos de paz, para conectar con la naturaleza en cuerpo y alma.
En este monográfico puedes consultar una recomendación de las mejores propuestas en hoteles para disfrutar de unos días, de las próximas fiestas o, porqué no, simplemente para pasar un día de relax.
De rutas y excursiones
La naturaleza de Mallorca es privilegiada en todos los sentidos y los meses de invierno es un tiempo ideal para disfrutarla en toda su plenitud. Durante las fiestas navideñas, lejos del bullicio o muy cerca de las bambalinas, le aguardan grandes planes para compartir en familia.
Para los aficionados al senderismo, en la Serra Tramuntana -Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- podrá adentrarse en el sendero de gran recorrido GR 221 o ruta de la ‘Pedra en sec', que le permitirá descubrir los paisajes construidos con esta técnica constructiva de origen tradicional, visitar ruinas históricas y conocer la arquitectura, la gastronomía y la artesanía locales. En cuanto a rutas de menor extensión y de fácil recorrido, ideal para realizar con niños, podemos encontrar la ruta al Castell d'Alaró , ‘El Camí des Correu' de Esporles a Banyalbufar' o la excursión a la Atalaya de Alcúdia y al ‘Barranc de Biniaraix'.
Si ya estamos rendidos frente a la naturaleza, otro plan ideal es la visita a algunos de los parques naturales de Mallorca como el de s'Albufera, entre Port d'Alcúdia y Can Picafort, el Parque Natural de la Península de Llevant, y el Parque Natural de Mondragó.
Para los más citadinos, la capital balear le ofrece un abanico de posibilidades para desconectar durante las navidades: recorrer el casco antiguo de Ciutat, sus callejuelas, los patios mallorquines de las casas señoriales, los belenes o los tradicionales mercadillos que permanecen expuestos hasta después de reyes. Fuera de Palma, el ambiente navideño inunda los ya muy conocidos mercadillos navideños como el de Portals Nous, Son Amar y el del puerto deportivo de Port Adriano, perfectos para disfrutar en familia, repletos de actividades para los niños, gastronomía, música y excelente ambiente festivo.
Y en tiempo de fiestas, los pueblos de Mallorca tampoco se quedan atrás, ataviados para la ocasión resaltando aún más su encanto natural. Valldemossa, Deià, Banyalbufar, Fornalutx, Alcúdia,… Un excelente plan para conocerlos es a través de los mercadillos semanales que le permitirá disfrutar del ambiente, realizar algunas compras navideñas y disfrutar de su rica gastronomía.
A desconectar por tierra, aire y mar
Sin duda alguna, viajar es uno de los grandes placeres de la vida. Descubrir nuevos lugares, empaparse de su cultura, disfrutar de su gastronomía, de su gente y de un largo etcétera. No solo en la temporada estival, también durante el invierno, viajar es un plan ideal.
Mallorca es el destino mediterráneo con más conectividad aérea, así que realizar un viaje de placer para las fiestas navideñas es tarea fácil, siempre que lo planifiquemos con tiempo, ‘echando mano' de Internet o dejándolo en manos de los profesionales, líneas aéreas y agencias de viajes de las que podemos presumir en la isla. Una de las opciones cada vez más demandadas, es un daytour a Menorca viajando en ferry, aprovechándose de las ofertas para residentes que permiten conocer esta isla hermana a precios realmente competitivos.
Y si nos quedamos en la isla, sobran las propuestas para desconectar por tierra, aire y mar. Uno de los imperdibles es la excursión del Tren de Sóller: un viaje en el tiempo a bordo del icónico tren de madera, inaugurado en 1912, que te adentrará durante su recorrido en uno de los más hermosos paisajes naturales de Mallorca. Otra experiencia mágica e inolvidable es un viaje en globo para sobrevolar la isla y disfrutar del amanecer o del atardecer desde las alturas. Y para los amantes del mar, aún en invierno, los paseos en barco por la isla son posibles, supeditados por supuesto al tiempo, por lo que es mejor consultar con las diferentes empresas que lo ofrecen en la isla.
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