PALMA. BARES. Pepe Marroig, con los dos trofeos en el Bar La Polka. | Click

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Ha muerto Pepe Marroig Ferrer, el último activista y agitador de la noche palmesana, artífice, por ejemplo, de la recuperación hace 10 años de un garito de la época brillante de Gomila: la Polka. Iba a cumplir 66 años y, quienes le conocen, no descartan que lo haga. Se reía de la muerte con toda naturalidad, quizá porque fue el retrato de una generación y había sobrevivido a la heroína, al sida y al cáncer.

Lo contaba con total naturalidad y hasta organizó hace unos meses una fiesta porque sí que, entre otras cuestiones, sirvió para difundir un vídeo en las redes con el lema ‘Pepe Marroig no se va a morir'. Nació en 1957, su familia estaba vinculada a los March. Estaba casado con Carmina Salas, que le acompañaba en su aventura de revivir la Polka y en todas sus otras aventuras.

Le quedó tiempo para vender seguros y para ser el director de sucursal bancaria más joven de España. Conocía los entresijos de la noche como nadie, era un gran monologuista y siempre supo escuchar. Ha publicado dos libros sobre Gomila. Su funeral empezará el próximo lunes, a las 19.00 horas, en la Iglesia de Sant Miquel. Y seguirá en la Polka. Es muy capaz de resucitar.