Los jugadores fueron denunciados por la Guardia Civil tras identificar a trece de ellos en un bar de sa Pobla. | R.S.

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Una timba de cartas y dominó en un bar ha terminado con todos los jugadores, trece en total, con una sanción de 6.000 euros por infracción de la normativa de juegos. Todas las sanciones han sido ya ratificadas por la Sala de lo Contencioso del TSJIB. La Guardia Civil fue quien detectó la actividad ilegal de juego en un bar de sa Pobla. El local estaba abierto al público pero tenía las ventanas cubiertas con cartones. Dentro, los agentes se encontraron con siete mesas de juego. En ellas se llevaban a cabo apuestas en metálico. Intervinieron 3.373 euros a los jugadores que, al final han terminado pagando 78.000 euros por la partida.

El último de los jugadores que recurrió la sanción en los tribunales sostenía que esos hechos quedaban fuera de la aplicación de la ley, que no se aplica a partidas de «puro pasatiempo o recreo» y en los que las cantidades que se jueguen no vayan más allá de «los usos sociales de carácter tradicional, familiar o amistoso». Argumentaba que solo le habían pillado con 314 euros y que, detrás de esa partida amistosa el propietario del establecimiento no obtenía ninguna ganancia.

Para el TSJIB, aunque la cantidad no sea excesiva, hay otros motivos que justifican que sí existía algo que iba más allá de una partida amistosa: el número de jugadores, que se tratara de un establecimiento abierto al público o la cantidad total que tenían todos los jugadores. También la actitud del dueño del local, que intentó escapar cuando llegó la Guardia Civil da a entender que algo raro ocurría. Además, los agentes dejaron claro en su informe que era uno de los que jugaba en una de las mesas. «Poco importa si al aquí recurrente se le intervino poco dinero encima, pues eso no le exime de su condición de jugador».