La tendencia ya existía antes de la pandemia, pero la era post COVID ha hecho que muchos padres tiren la casa por la ventana para que sus pequeños, sobre todo los que tuvieron que posponer su comunión por las restricciones, disfruten de este día. «Hay todo tipo de celebraciones, pero las comuniones habituales de ir a comer y un payaso para amenizar ya no se estilan. El envoltorio de la fiesta ha cambiado. Ahora son superfiestas, y los progenitores priman los servicios complementarios al banquete», explica Alguacil.
En este sentido, apunta que las familias «optan por menús más básicos, pero alquilan fincas para celebrar la comunión, no escatiman en la mesa dulce para los niños, tartas personalizadas, incluso barra libre para los padres... por no hablar del entretenimiento para los niños invitados -enumera Maribel Alguacil-. La oferta se ha multiplicado, especializado y diversificado: talleres con magos al más puro estilo del mundo Harry Potter, robots con pistola de aire seco que bailan, circuitos tipo Humor amarillo, traen caballos para que los asistentes más menudos aprendan a montar o castillos hinchables. Todo está al alcance. Y lo piden, vaya si lo piden».
Los invitados también apuestan por regalos más caros, en grupo y de común acuerdo. Ahora está de moda que los padres de los niños de la clase se junten para sorprender al protagonista del día: viajes a Eurodisney, un fin de semana para toda la familia en Port Aventura, un tour por el Santiago Bernabeu o por el Camp Nou, son los regalos de comunión que más se estilan. Olvídese de la típica estilográfica de antaño o la cámara de fotos, ahora se llevan las escapadas familiares. Todo evoluciona.
Saquen la calculadora, hagan números y échense a temblar. Hay padres que prefieren recortar del menú, pero el banquete, dependiendo del número de invitados, nadie te quita que te cueste entre 800 y 3.000 euros. Algunos optan por montar la mesa dulce ellos mismos, nadie prescinde de este servicio, que rondaría los 200 euros la más básica sin contar la decoración, contando unos 200 gramos de caramelos por niño. Seguimos sumando. La tarta personalizada unos 100 euros; el precio de la animación infantil, por ejemplo, entre los 400 y los 600 euros por dos o tres horas de trabajo, pero todo depende del número de niños y de los monitores que haya que contratar; la barra libre para agasajar a los padres... «La salida del cole en los últimos meses ha sido una competición de madres por quién da más», aseguran desde Mi comunión Mallorca.
¿Les ha explotado la cabeza? Piensen ahora en los recordatorios, la decoración de las mesas, que también la hay, el detalle para los invitados... y la ropa para el niño o niña que hace la comunión, que también ha evolucionado y se adapta a las 'excentricidades' que piensan los padres para el día señalado. Lo explica Carmen Fernández, propietaria de la veterana tienda especializada en ropa de comunión La casita de Sofía, en Palma: «Los vestidos más 'armados' de antes ya no se llevan, ahora se estila la ropa sencilla confeccionada con tejidos prácticos, livianos para el calor, para jugar y montar a caballo, que nos lo recalcan mucho. Materiales como el organdí para los vestidos de las niñas están prácticamente desaparecidos, y los trajes de marinero y almirante para los niños los pide muy poca gente ya», detalla Fernández
Baleares es un caso especial. Mientras que en la mayor parte de comunidades del país las comuniones se condensan entre mayo y junio, aquí comenzamos en abril con la comunidad alemana y llegamos hasta septiembre y octubre, cuando la celebran los hijos de la gente que trabaja en el sector servicios, y así puede juntarse toda la familia. «Acabamos en esas fechas y en noviembre ya estarán haciendo los padres las reservas de 2024», explica la propietaria de La casita de Sofía.
Lo que no le extraña a esta mujer es que una comunión pueda costar entre 3.000, 5.000 y hasta 10.000 euros: «Hemos adaptado los precios a las necesidades o intereses de los compradores. Nuestros trajes rondan entre 150 y 220 euros, pero los padres se dejan unos 2.000 euros en un fotógrafo que inmortalice el día de la comunión de su pequeño. Es la tendencia, es lo que hay», finaliza Carmen Fernández.
21 comentarios
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No vaya a ser que en Instagram no les pongan más likes que en la comunion de la amiguita de la niña.
Hem perdut sa xaveta.
Blue EyesY el restaurante es Bon Profit, en Palma.
Blue EyesSiento la contraria, pero le he dicho la verdad.
Todo depende de lo que considere cada uno, y su situación económica.
Dejad a la gente que se gaste el dinero en lo que le venga en gana… Yolanda Díaz promete 20.000€ a cada joven que cumpla 18, y nadie protesta, y eso sí es con TU dinero.
PuyluransNo te lo crees ni "jarto vino".
No hay nada peor que la envidia y el seguidismo: querer hacer algo porque los demás lo hacen, por el que dirán y cueste lo que cueste. Si los padres sólo quieren que su hijo haga la primera comunión por las fotos, los regalos, el viaje a Disneyland, etc. y porque sus amiguitos la han hecho pero ellos no son practicantes o creyentes y les da igual que el niño o la niña no vuelva a pisar una iglesia en el resto de su vida no hay motivo para que haga la primera comunión. Si los padres y el niño, por fe, quieren que haga la primera comunión, con que vaya a catequesis después puede comulgar cualquier domingo y sin celebrar ninguna fiesta o con el mínimo gasto y el sacramento será igual de válido que el que ha comulgado y sus padres se han gastado un dineral con la fiesta. Lo mismo se puede decir de los bautizos: basta que la criatura tenga unos padres y unos padrinos y si los padres tienen poca fe o nula no hace falta bautizar a la criatura. También para las bodas: aparte de luna vivienda y unos muebles, lo único que se necesita es un cura, un alcalde o un juez, el consentimiento mutuo y no forzado de los contrayentes y unos testigos por parte del novio y otros por parte de la novia. No hace falta ningún banquete, un traje de novio y un vestido de novia caros ni un viaje para que sea un enlace legal, tanto eclesiástico como civil. Muchas parejas se casaban apenas amanecía el día, sólo con el cura, los novios y sus padres y algunas se querían mucho y cuando se moria uno de los cónyuges el otro quedaba desolado. El dispendio extra de las bodas no garantiza el éxito de un matrimonio.
Ya hace años que se pide un préstamo bancario para organizar la primera comunión de su hijo o hija, una locura
El que tiene dinero que lo gaste. Eso hace funcionar la economía …. Restaurantes, fotógrafos, moda, etc. Y que se celebren muchas cosas!!!!!