Durante la temporada pasada, el precio de la algarroba entera superó los 2 euros por kilo, mientras que la goma de garrofín, producida a partir de la semilla de la algarroba, ascendió hasta los 20 euros el kilo. El garrofín es la semilla que produce la algarroba con la que se produce una goma que es utilizada para endulzar alimentos, comida para mascotas, en cosmética, para la elaboración de helados, ha señalado la presidenta. "Los precios se han ido doblando año tras año con una subida exponencial, la burbuja ha estallado y este año no hay precio de la algarroba porque no hay compradores", ha lamentado Rotger.
Desde la asociación han mostrado su preocupación por el "estancamiento y la incerteza" que vive el sector ya que se "necesita poner un precio cuanto antes".
"En estos momentos extraños, desde la asociación damos apoyo a los payeses y clientes para poner un precio justo, ir aumentándolo y vendiendo siguiendo la dinámica de años atrás", ha incidido la presidenta.
Desde la asociación hacen un llamamiento para incentivar de nuevo la demanda a un "precio justo" de este producto que, en esta temporada, prevén una producción de entre 15.000 y 20.000 toneladas, lo que supone un incremento del 30 % respecto al año anterior, según han informado desde la asociación.
Otro dato destacado es que de las 33.679 hectáreas de agricultura ecológica que hay en Mallorca la algarroba ocupa una extensión de 1.600 hectáreas.
España actualmente produce entre 80.000 y 100.000 toneladas, siendo la producción ecológica entre un 10 % y un 15 % del total.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Lo que piden puede ser comprensible, pero tienen que ser conscientes de que están pidiendo precios regulados fuera de la ley del mercado. Eso suele ser tachado despectivamente como "comunismo". Lo que no puede ser es defender el beneficio ilimitado y "libre de impuestos" hoy y el año que viene pedir regulación de precios, según nos haya ido. Las cosas no funcionan así. Mi opinión es que los precios se recuperarán, porque la demanda sigue intacta; y me imagino que los productores también lo saben.