Botellas de aceite de oliva en un supermercado. Imagen de recurso. | R.L.

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El pleno del Consell de Mallorca debatirá el próximo jueves una moción de MÉS donde pide obligar a todas las concesionarias que tengan servicio de comedor a utilizar sólo aceite de la isla. La moción plantea incluir esta obligación en las cláusulas de los contratos. La propuesta afectaría a residencias, centros de menores, refugios y otros equipamientos. Según ha explicado el portavoz de la formación en el Consell, Jaume Alzamora, también proponen instar al departamento de Promoción Económica y Desarrollo Local a poner en marcha una campaña de bonos de descuento que incentive entre la ciudadanía la compra del aceite de Mallorca y ayude a compensar el incremento del precio. También solicita una campaña publicitaria multicanal para promocionar e incentivar el consumo del aceite de Mallorca entre la ciudadanía, así como impulsar convenios de colaboración con las asociaciones, federaciones y patronales hoteleras y de restauración para fomentar el uso del aceite de Mallorca en sus establecimientos.

Alzamora ha recordado que el aceite de Mallorca ha experimentado un importante crecimiento que se ha traducido, entre otros, en «la generación de puestos de trabajo de calidad y una contribución inestimable a la conservación del paisaje rural de Mallorca». Sin embargo, según el portavoz de MÉS, «el sector no esconde su preocupación ante la escalada desbocada de precios y que podría provocar, después de tanto esfuerzo, que el consumidor apueste por otros tipos de aceite y renuncie a su compra en favor de otros aceites con precios más bajos, pero también de menos calidad».

En este sentido, Alzamora ha insistido en que algunos analistas financieros ya vaticinan que las subidas de precio irán deteriorando el consumo de forma paulatina. «Esta tendencia, a pesar de tener un alcance global, tiene una incidencia local que, en el caso de Mallorca, podría suponer una crisis sin precedentes en un sector que es y debe seguir siendo clave en el cambio de modelo productivo. Una circunstancia a la que se añadiría el abandono de fincas productivas, y, por tanto, una degradación paisajística y pérdida patrimonial de valor incalculable», ha alertado. Además, Alzamora ha advertido que «las previsiones de la UE apuntan a que el cambio del ciclo actual llegará e invertirá la situación de oferta y precios de forma abrupta». «Lejos de ser una buena noticia, esto provocará unos efectos devastadores en el sector, ya que los costes de producción continuarán elevados y el consumo deteriorado, en un escenario de exceso de oferta, por lo que los precios caerán y batirán igualmente récords, pero a la baja», ha razonado.