Imagen de un atasco en la rotonda de la carretera de Sóller en destino a Son Castelló y Son Rossinyol. | Teresa Ayuga

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Se ha convertido en un punto conflictivo dentro de la red viaria, más al ser uno de los accesos a Palma desde una de las vías más concurridas y coincidir con ser zona de paso hacia el polígono de Son Castelló, o en dirección a otros como Son Rossinyol o Can Valero. La proximidad de un centro de enseñanza agrava los problemas de circulación en las horas punta, concentradas a primera hora de la mañana, a mediodía o ya entrada la tarde, despejándose el flujo de vehículos los fines de semana y festivos, al no haber apenas actividad en los espacios industriales adyacentes.

La rotonda de acceso a Palma desde la carretera de Sóller ha sido, especialmente desde que en 2018 se iniciaron las obras para habilitar un nuevo carril desde la calle Passatemps y Son Sardina, un foco de caos circulatorio. Y lo es por una singularidad en su diseño que ha sido criticado por los expertos en seguridad vial, ya que se habilitan tres carriles de salida de la misma en dirección hacia Palma, cuando la rotonda apenas cuenta con dos. Una incoherencia que crispa a los usuarios habituales, a lo que se añade el incumplimiento en muchas ocasiones del semáforo que regula el tráfico en los diferentes accesos a una rotonda que soporta cada día el paso de miles de vehículos de todo tipo y tonelaje.

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Embudos, caos, accidentes y retenciones forman el día a día de ese tramo de la red viaria palmesana y mallorquina, donde la pericia y atención de los conductores debe ser máxima al tener que gestionar el paso de tres hileras paralelas de vehículos para encontrar su espacio en dos carriles, además de no descuidar a los vehículos que proceden del Camí dels Reis desde Son Castelló. Las quejas han ido más allá de los usuarios, alcanzando incluso a ayuntamientos como el de Sóller, que han trasladado al Consell las reclamaciones de sus vecinos, que para entrar a Palma tienen ahí su vía directa.

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Colas en dirección Palma antes de entrar en el triple carril. Foto: Teresa Ayuga

Esta singular y polémica rotonda forma parte del programa de actuación que se ha marcado el Departament de Territori, Mobilitat i Infraestructures del Consell de Mallorca, que ha mantenido reuniones con diferentes ayuntamientos de la Isla para conocer sus inquietudes respecto a estos puntos de cara a trabajar, reformar o mejorarlos dentro de la red viaria isleña. Un Plan de Accesos a Palma es lo que tiene sobre la mesa el área que dirige Fernando Rubio, pretendiendo reducir entre un 25 y un 30 % las colas en escenarios como la rotonda que pasa de tres a dos carrilles.

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Retenciones matinales en los tres carriles, que luego pasan a ser dos. Foto: Teresa Ayuga

Can Valero, Son Moix, la Vía de Cintura, Can Blau, la carretera de Valldemossa, las autovías de Andratx e Inca y la citada rotonda de la ITV de Son Castelló, que da acceso a la carretera de Sóller, son otros de los escenarios en los que se pretende trabajar desde el Consell. Y esa mejora buscará, también, evitar los líos que provoca un tramo en el que, muchas veces, incluso el carril central queda libre para que los conductores puedan gestionar mejor el paso a las dos vías que componen la rotonda.