El expositor de los operadores albaneses en la WTM, única representación del país. | R.L.

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«La nueva Mallorca, el Caribe europeo, el destino del Tik Tok, Little Italy...» Albania es, por muchos motivos, el destino turístico emergente de moda en Europa y, como tal, carga con una nueva retahíla de apelativos coloridos y alejados de su reciente pasado bélico. Los datos de la Organización de Turismo (OMT) lo sitúan como el país europeo con un mayor crecimiento en llegadas de turistas en 2022 y el quinto del mundo. Este año, con un alza del 56 % para llegar a los dos millones de visitas hasta julio, ya solo se ve superada por Arabia Saudí y Catar.

Se diría que el gobierno del país aprovecharía el momento para exhibirse por todo lo alto en la World Travel Market, pero nada más lejos de la realidad. Albania se encuentra en un proceso de transición económica en el que el espaldarazo turístico está jugando un papel crucial, pero los presupuestos públicos no han encontrado un hueco para colarse en Londres: un pequeño expositor de apenas 20 metros cuadrados ocupado por la Asociación de Turoperadores albaneses es todo lo que se puede encontrar de «la Mallorca de los Balcanes» en la feria.

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Deni Gurabardhi, responsable del turoperador Attractive Travel, excusa a los poderes públicos y explica que el país será el invitado de honor en la feria turística de Berlín (ITB) en 2025. Los avances, asegura, han sido exponenciales desde la salida de la pandemia. «Ha sido un crecimiento muy rápido en infraestructuras y, al mismo tiempo, muchos medios de todo el mundo se han hecho eco».

Ese proceso de transformación, no obstante, empezó un poco antes, con un lustro decisivo para su aceleración, el comprendido entre 2010 y 2015. Los planes de expansión continúan con la apertura de un nuevo aeropuerto y una estrategia de captación de muchos de los turistas para los que destinos como Balears se están volviendo demasiado caros, empezando por los italianos, para los que la cercanía –un pequeño paseo en ferri– es un aliciente tan decisivo como los precios.

Las conexiones con Baleares no se limitan al desvío de mercados. La Cámara de Comercio de Albania abrió una oficina de turismo en Palma este año para colaborar con marcas como Melià e incluso iniciar con la UIB un proceso de mentorización para aumentar las fortalezas turísticas albanesas.