Dependiendo de qué tan lejos vayan, en función del caladero, les esperan dos o tres horas de navegación. En esta ocasión, han pescado a 26,6 millas del puerto -42,81 kilómetros- donde han ‘calado', como vulgarmente se conoce a echar las redes para pescar. Se suele empezar a 500 metros de profundidad y se llegan a los 700 metros. Sobre la 13.30 y las 14.00 horas se dejan las redes echadas para que los peces y el marisco piquen. Durante ese tiempo se hacen guardias, mientras unos descansan y otros hacen de comer. Cuando se suben las redes, se hace el proceso de selección, se limpia, se clasifica y se arregla el pescado; seguidamente, se regresa al puerto.
Una vez en el puerto, los pescadores de Baleares pesan el producto y notifican a Madrid tantas capturas se hayan hecho para, posteriormente, llevar el pescado a la Lonja de Palma. Todo esto siempre y cuando no pase nada, ya que a veces se rompen las redes y hay que arreglarlas, hay averías de motores y «cosas que pasan», dice el mecánico.
Antonio, el patrón, comenta que «ha sido un día malo» y que se ha recogido «poca cosa». El reporte que se ha pasado a la capital indica que se han pescado 19 kilos de gamba; 16,3 kilos de carabinero; 3 kilos de cigala, 24 kilos de gamba pequeña; 5 kilos de gamba blanca, 19 kilos de rape, 27 kilos de cangrejo; 7 kilos de gallos y merluza, y otros 7 kilos de pescado variado. En «un día bueno», las capturas serían el doble, por lo que en vez de 127,3 kilos las cifras ascenderían a 254,6 kilos.
Asimismo, las ganancias de un día de faena no son fijas, el mismo pescado con una venta buena puede valer 3.000 euros, mientras que con una mala la cantidad desciende hasta los 1.500 euros. El trabajo es el mismo, pero el precio depende de la subasta en la Lonja, que va en función de la demanda y la oferta. Si hay mucho pescado vale poco, si hay poco vale mucho. Todo el proceso de conseguir el pescado supone una media de 12 horas diarias, entre salir a la mar, pescar, seleccionar y limpiar las capturas, volver al puerto, pesar, helar y meter en cajas.
1 comentario
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No acabo de entender como un “arrastrero” , tiene que echar redes para pescar pidiendo permiso a Madrid para hacerlo , cuando un arrastrero no cala redes, porque no es de cerco. Y además se dice que…. se dejan las redes echadas para que los peces y el marisco piquen.. ¿Les ponen cebos para que “piquen” a las redes de arrastre?. Me temo que le han dado un guion para que escriba tonterías o no ha visto un barco pesquero en su vida.