Imagen compartida en redes sociales por Eloísa Ozonas y que se negó a facilitar a Volotea. | E.O.

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«Por qué tenemos los mallorquines que renunciar a lo que queremos hacer y lo normalizamos? ¿Por qué no podemos ir a Formentor en verano?, por ejemplo». Esta reflexión deja claro el malestar y la preocupación de ciudadanos como Eloísa Ozonas, mallorquina empleada de una empresa turística que jamás imaginó que una fotografía subida en sus redes sociales, en la que se muestra muy activa por su pasión por los viajes, especialmente a los países nórdicos, iba a traerle tantos dolores de cabeza.

La imagen data de 2021 y en ella, Ozonas se baña en una playa de Mallorca cuya localización prefiere no trasladar con el fin de evitar su masificación a raíz de lo sucedido. Pero días atrás, la aerolínea Volotea le pidió permiso a través de su cuenta en Instagram para hacer uso de la misma. Algo a lo que Eloísa se negó rotunda y claramente con sus palabras.

«Hola @eloisaozonas ¡Nos encanta tu foto! Nos gustaría compartirla en nuestras cuentas de Instagram (@volotea.es). No te preocupes, te mencionaremos. ¿Nos darías permiso para ello? Si es así, responde a este comentario con #SiVolotea ¡Gracias por adelantado!», decía el mensaje trasladado por la aerolínea, en el foco tras la polémica surgida en las redes sociales por los bajos precios de los vuelos desde Bilbao a Baleares (desde 19 euros) anunciados en las marquesinas de las calles de Bilbao.

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La protagonista de esta historia no dudó un momento en rechazar la propuesta. «No. No os doy permiso. Mientras sigáis poniendo vuelos a 19 euros a Mallorca para que vengan a hacerse la foto en esta playa a la que sólo se puede llegar después de horas andando, y a saturar nuestra isla, no!», respondió Eloísa, quien se niega con ello «a generar expectativas para que venga más gente», recordando aquella publicidad aparecida en Bilbao como uno de sus argumentos para actuar de esa manera tan clara.

En conversación telefónica con Última Hora, Ozonas se muestra «sorprendida por la repercusión de este mensaje», aunque a la vez molesta con algunos comentarios ofensivos que le han llevado a silenciar su publicación en las redes, contrastando con otras muestras de apoyo y aplauso hacia su actitud. «Hemos renunciado a lo que nos gusta hacer y es hora de actuar, de alguna manera», aseguraba esa gran aficionada a los viajes, que además de ser su pasión forman parte de su día a día profesional.

De la misma manera, recuerda que nadie de Volotea, más allá de la polémica publicación, ha contactado con ella, en un contexto de crispación por parte de los residentes, que ella misma traslada en sus experiencias como viajera. «Suelo visitar lugares no masificados, suelo ser respetuosa con el destino, con sus costumbres y singularidades, con la población local y el medio ambiente, y entiendo que a un ciudadano que esté en la situación en la que nos encontramos en Mallorca, le pueda molestar esta masificación turística».

Esa eclosión social, a nivel de protestas y diferentes acciones que comprende, llegan en su opinión «porque ha tocado a la vivienda y ya adquiere tintes sociales», asegura Eloísa Ozonas, que espera que pase la marea en las redes generada por una respuesta que se ha ganado críticas, pero especialmente el reconocimiento por parte de los mallorquines y numerosas personas que han ensalzado su actitud.