Gabriel Le Senne conversa con Mercedes Garrido antes de desgarrar la imagen de Aurora Picornell. | Jaume Morey

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El PP quiere rebajar la tensión con Vox tras dos semanas de choques entre los dirigentes, especialmente tras el incidente entre el president del Parlament, Gabriel Le Senne,    y la    diputada socialista Mercedes Garrido. El manotazo del president y el desgarro de la imagen de Aurora Picornell ha provocado que el PSIB presente mociones en contra de Le Senne en todos los ayuntamientos y es aquí donde ha vuelto a saltar la tensión    entre los socios.

El PP se ha puesto en contacto con las agrupaciones locales para que haya unidad en la votación y uno de los mensajes es claro: no deben apoyar el punto en el que la moción de los socialistas pide    la dimisión del president Le Senne por su acto «violento» en el Parlament. Tampoco deben votar a favor del punto en el que se rechaza la derogación de la ley de memoria, uno de los aspectos que más preocupan a Vox.

El PP sí está de acuerdo con el PSIB en una de los puntos de la moción, lo que significa que sus representantes municipales condenen la actitud del president del Parlament, por su acto «violento» en el pleno de la pasada semana. Hasta la fecha la moción se ha votado en Artà, donde el PP ha mantenido la disciplina y, por ejemplo, también se ha abstenido en la petición de    mostrar su apoyo a las dos diputadas socialistas con las que tuvo la polémica Le Senne.

La moción se vota hoy en Calvià, donde se dispararon todas las alarmas después de que el PP votara a favor de que el asunto se debatiera por la vía de urgencia. La presidenta de Vox en Balears, Patricia de las Heras, ha advertido al PP de que la votación tendrá consecuencias. A los socios de Marga Prohens les preocupa que los ‘populares’ se demarquen en la ley de memoria democrática y terminen dejando en un cajón la derogación de la ley.

Fuentes del PP trataron de tranquilizar ayer a sus socios: no habrá desmarques en esta materia, las agrupaciones votarán en contra de la propuesta del PSIB y el PP cumplirá su pacto para derogar la ley. Las mismas fuentes señalan que la decisión de apoyar que el tema se debata hoy de urgencia en Calvià no significa que se vaya a apoyar a moción.

El malestar en Vox con sus socios es evidente, pero también está relacionado con la polémica con la bandera LGTBI  y con los ataques del portavoz del PP a Gabriel Le Senne por su rechazo frontal a colgar la enseña en el Parlament. En Vox también miran con cierto recelo a lo que consideran «ostentación» del Govern en la exhibición de la bandera en las fachadas del Consolat y las sedes de otras conselleries.