El megayate Radiant, de 110 metros de eslora y valorado en 240 millones de euros, propiedad el jeque Al-Futtain de los Emiratos Árabes, en el puerto de Ibiza. | (C) SERGIO G. CANIZARES

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Baleares tiene más superricos que nunca. Nunca antes había habido en las Islas tantas personas que declararan unos ingresos mínimos de 600.000 euros al año, el rango máximo que detalla la Agencia Tributaria de Baleares. En el año 2022, el último del que se tienen datos, un total de 587 residentes en las Islas declararon que cobran como mínimo 600.000 euros al año.

Eso supone que hay casi 600 ciudadanos de las Islas que cobran un sueldo de 50.000 euros al mes, es decir, un mínimo de 1.666 euros cada día, más de lo que cobra al mes un trabajador de las islas que percibe el salario mínimo interprofesional. Esos 587 ciudadanos cobran cada día del año lo mismo que cobran al mes 160.758 personas. Ese es el número de residentes que declara unos ingresos anuales    por debajo de 21.000 euros, que además es el tramo de ingresos más numerosos de la Comunitat ya que el 26,94 % de los contribuyentes están en ese rango.

La realidad es que los grandes sueldos en Baleares se han disparos tras la pandemia. El número de superasalariados ha crecido en un año casi un 40 %, pero si se compara la cifra de estos grandes sueldos con la de 2020, el año de la pandemia, la realidad es que se han doblado. El aumento con respecto a los años anteriores a la pandemia ha sido de un 58,6 %, lo que significa que la cifra de superricos se ha disparado apenas dos años después de la epidemia de COVID.

Los datos están recogidos en la explotación estadística de las  declaraciones de IRPF del año 2022 que ha publicado esta semana la Agencia Tributaria. Son los últimos datos disponibles ya que corresponden a las declaraciones que se presentaron el año pasado ya que las cuentas con Hacienda se pasan un año después. En esta explotación de los detalles de ingresos, hay otro dato muy revelador, que es la comparativa del número de superricos que hay en Balears y en otras comunidades autónomas.

Los datos dejan a las claras que las Islas siguen siendo un territorio refugio para las grandes fortunas. Si se hace el cálculo de superasalariados por contribuyente, la comunidad que lidera en ránking es Madrid, con 18 supersueldos por cada 10.000 habitantes, pero es que a continuación se sitúa Baleares, con 10 por cada 10.000 declarantes. Baleares está incluso por delante de Cataluña, con 8 por cada 10.000 contribuyentes.

Los datos de la Agencia Tributaria indican que el año pasado hubo más declarantes que nunca y que en todos los tramos más altos de ingresos aumentó el número de personas que cobran más que el año pasado. A esos 587 afortunados que cobran más de 600.000 euros al año se le suman otros 5.691 declarantes que cobran entre 150.000 y 600.000 euros al año, es decir, entre 12.500 y 50.000 euros al mes. Son un 32 % más que un año antes.

El primero año de gobierno de Francina Armengol, la entonces consellera de Hisenda, Catalina Cladera, subió el tramo autonómico del IRPF para las rentas más altas, que pagaban un 25 % de impuesto en el tramo autonómico. Marga Prohens ha aprobado un rebaja de un 0,25, lo que implica que los grandes salarios pagarán a partir de este año un 24,75 % de impuestos. La reducción fue de 0,5 puntos para las rentas de menos de 30.000 euros, que son la inmensa mayoría de los declarantes en Balears ya que representan, aproximadamente, tres de cada cuatro declaraciones que recibe la Agencia Tributaria en la Comunitat.

En el lado opuesto de los ingresos, los datos de la Agencia Tributaria muestran una clara reducción del porcentaje de contribuyentes de Baleares que declaran unos ingresos inferiores a los 12.000 euros al año. En 2022, declararon por debajo de ese límite el 28,83 % de los contribuyentes de Baleares cuando una año antes el porcentaje fue del 34,72 %. La consecuencia evidente es que, en paralelo, aumentó el número de contribuyentes que declararon unos ingresos anuales de más de 12.000 euros al año. En 2022 supusieron el 71,7 % del total.