Momento en el que los técnicos precintan la pizzería ubicada junto al Medusa en la Platja de Palma este jueves ante la supervisión de la Policía Local de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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El área de Urbanisme ordenó este jueves por la mañana el cierre inmediato y preventivo del restaurante situado en el número 35 de la calle Cartago, en Playa de Palma, al incumplir la orden de subsanar las deficiencias que se detectaron en el local en el año 2014 durante una Inspección Técnica de Edificios (ITE). Se trata del local contiguo al Medusa Beach Club, que hace un mes y medio sufrió un desplome provocando cuatro fallecidos y una veintena de heridos.

El regidor de Urbanisme, Óscar Fidalgo, ha confirmado la firma de la orden de cierre de este local «hasta que queden subsanadas las deficiencias detectadas». El edil explicó que «en el año 2014 la ITE detectó deficiencias en este local que, aunque no estaban tipificadas como graves, era necesario subsanar. Pese a los años transcurridos, el propietario del local no ha resuelto ninguna de las deficiencias detectadas en su día por lo que ahora, tras constatar que seguía habiendo irregularidades, se ha ordenado como medida preventiva el cierre inmediato de este local que tan solo podrá volver a abrir cuando queden solucionadas».

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Por otro lado, Disciplina Urbanística ha advertido a la propiedad de que el incumplimiento de esta orden podría conllevar medidas de ejecución forzosa y ejecución solidaria, así como multas coercitivas.

Esta pizzería, situada en el local contiguo al edificio siniestrado a finales de mayo, ha sido clausurada por no cumplir con todas las medidas necesarias para su operatividad. El cartel colocado por los funcionarios en la puerta del establecimiento confirma que la decisión ha sido tomada porque el local supone un «grave peligro para la seguridad de las personas».

El pasado 26 de junio, más de un mes después del accidente, el propietario del Medusa Beach, el empresario austriaco Christian Arnsteiner, fue detenido por la Policía Nacional acusado de delitos de homicidio y lesiones imprudentes. La terraza del local no contaba con el permiso necesario para llevar a cabo una actividad económica, al igual que su nuevo local que ahora ha sido precintado. Arnsteiner quedó en libertad con cargos.