Dos agentes de Seguridad Ciudadana del Ajuntament de Palma precintan el local. | Alejandro Sepúlveda

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Técnicos del área de Seguridad Ciudadana del Ajuntament de Palma han precintado este jueves sobre las 14:00 horas el restaurante Laguna Playa, establecimiento abierto hace pocos días por el propietario del Medusa Beach, establecimiento que colapsó estructuralmente el pasado 23 de mayo y provocó la muerte de cuatro personas.

Esta pizzería, situada en el local contiguo al edificio siniestrado, ha sido clausurada por al carecer de licencia de actividad para continúar en funcionamiento. El cartel colocado por los funcionarios en la puerta del establecimiento confirma que la decisión ha sido tomada porque el local supone un "grave peligro para la seguridad de las personas".

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Una patrulla de la Policía Local de Palma ha supervisado el cierre del negocio, que había anunciado horas antes el alcalde de Palma, Jaime Martínez, en la rueda de prensa de presentación de los drones de este cuerpo de seguridad.

El nuevo negocio está situado en la calle Cartago de la Playa de Palma. Durante la mañana de este jueves, dos personas, un hombre y una mujer, han salido del local mientras algún turista se interesaba por el edificio y por el memorial con flores y mensajes escritos y depositados junto a la valla que cierra el edificio que sufrió la tragedia.

El pasado 26 de junio, más de un mes después del accidente, el propietario del Medusa Beach, el empresario austriaco Christian Arnsteiner, fue detenido por la Policía Nacional acusado de delitos de homicidio y lesiones imprudentes. La terraza del local no contaba con el permiso necesario para llevar a cabo una actividad económica, al igual que su nuevo local que ahora ha sido precintado. Arnsteiner quedó en libertad con cargos.