«A mi familia le vendieron un paquete turístico para visitar Rusia y los tenían que recoger en la frontera de Bielorrusia para entrar en Lituania. No se presentó nadie y decidieron cruzar por su propio pie, pero al llegar al paso fronterizo les dijeron que no podían entrar y al dar media vuelta les advirtieron con tiros al aire de que no podían regresar. Al cuarto día de no encontrar una solución me avisaron y llevan casi una semana en el medio de un conflicto político entre países. Se les ha acabado el agua y la comida que llevaban y me pasan puntualmente la ubicación porque temen que les pueda suceder algo», relata desde Vilna Yunia Esther Peña, que afirma que los suyos fueron estafados con un visado europeo con el que tenían que visitar posteriormente España.
La empresaria del Port de Pollença, que llegó el martes por la noche a la capital de Lituania, intentó acercarse al punto en el que se encontraba su familia en el paso fronterizo de Medininkai con un coche de alquiler, pero la policía se apresuró en interceptarla y advertirla de que cualquier intento de acercarse a un radio de cinco kilómetros podría tener consecuencias penales inmediatas. Ni en taxi ni en autobús tiene opciones de cruzar hasta Bielorrusia en busca de soluciones.
«No los dejan ir ni a un lado ni a otro y tenemos miedo por todo lo que nos cuentan que sucede en esa frontera», recalca mientras se dispone a prolongar su estancia en Vilna mientras aguarda noticias de la embajada. Teme que la espera se prolongue en una zona en la que la seguridad de su hermana y sus sobrinos, entre los que están una menor de edad, está cuestionada. Por ahora sólo dispone de puntuales actualizaciones de su ubicación para saber dónde están y cerciorarse de que siguen vivos.
El límite entre Lituania y Bielorrusia sirve como frontera exterior de la Unión Europea y la frontera oriental de la Comunidad de Estados Independientes. Meses atrás el conflicto entre los dos países se elevó al cerrarse los pasos fronterizos de Lavoriškės y Raigardas para «reducir los riesgos asociados con el aumento de los flujos de tránsito a través de Lituania desde Bielorrusia y las actividades de los servicios de inteligencia y seguridad bielorrusos contra el Estado y los ciudadanos de Lituania».
Dos pasos fronterizos en Medininkai, donde intenta cruzar la familia de Yunia Esther Peña, y Šalčininkai se mantuvieron abiertos con restricciones que ahora tienen en una situación compleja a los seres queridos de la empresaria afincada en Mallorca.
22 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
CarteristaLa mayoría de ucranianos han regresado a su país.
Esta historia no me cuadra, "hacer turismo en un estado criminal y genocida" y ahora los quiere meter en Mallorca a xupar del bote. Que se queden en Bielorrusia allí se vive mejor que en Cuba.
A quién se le ocurre intentar una frontera de 2 partes de Europa en guerra, el cubano se arriesga y unas veces le sale bien y otras mal.
Vete alli a ayudarles, no los traigas que ya tenemos bastante con los ucrainos.
No era suficiente visitar Rusia el país más grande del mundo y luego volver a casa. . O quizás el objetivo es otro..
La roqueta...😅Claro, los quiere traer y a ser posible mantenidos. Suma y sigue
La roqueta...😅Eso es, evidentemente
LeyendaSiendo ciudadanos Cubanos, esperemos que sea su Gobierno, quien se haga cargo de ayudarles
Esta señora los quiere traer a Mallorca para vivir aquí ?????? Si es eso...que lo diga claro.
Suerte!!