Una foto del acto antes de la llegada de Puigdemont tomada por Martí. | Tomeu Martí

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«Tras el mitin que dio ante el Arc del Triomf, Carles Puigdemont se dirigió hacia el Parc de la Ciutadella entre un grupo muy compacto de gente; parecía que él estaba entre esa multitud, pero no fue así. Luego supimos que ya se había ido, lo cual me parece bien porque me hubiera parecido mal que se entregara tras tantos años». Es el testimonio del periodista y director de Ona Mediterrània, Tomeu Martí, un mallorquín que estuvo entre los que asistieron a la que ya se puede considerar una de las fugas históricas de la política reciente en España.

«Fui porque me parecía que periodísticamente debía ir, pero también como militante independentista que ha estado en contacto con Valtònyc, que no puedo estar, y con el propio Carles Puigdemont, al que he visitado varias veces en Waterloo. Ambos lo han pasado muy mal personalmente por los años de exilio lejos de la familia, amigos y su tierra, aunque la prisión que han sufrido otros políticos catalanes también fue muy dura. Me parecía que humanamente debía estar en ese acto de regreso», asegura Martí.

No niega que la asistencia fuera mucho más baja de la esperada. «No hay que engañarse: no se viven momentos de mucha movilización, como ya se venía viendo en otros actos; los ánimos de la gente independentista están bajos, pero soy optimista y creo que el Govern de Salvador Illa u otra provocación del Estado reactivará el movimiento», afirma Martí.

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El mosso detenido alega que prestó el coche en el que huyó Puigdemont a una amiga

El mosso d'esquadra titular del coche en el que huyó el expresident Carles Puigdemont ha alegado que prestó el vehículo a una amiga que va en silla de ruedas y que ya ha sido identificada en una rueda de reconocimiento con fotografías de varias tenistas puesto que practica ese deporte. Así se desprende del atestado policial, al que ha accedido EFE, que los Mossos entregaron al juez que anoche dejó en libertad a este agente, detenido poco después de la huida de Puigdemont, tras desestimar el habeas corpus que presentó su defensa al considerar que su arresto fue ilegal.

El agente ha reconocido que era suyo el coche de la marca Honda y color blanco, conducido por una mujer y con el que Puigdemont y el secretario general de Junts, Jordi Turull, huyeron este jueves de la zona del Arc del Triomf tras la efímera reaparición del expresidente catalán después de siete años fuera de España. El vehículo, que llevaba una silla de ruedas en el asiento del copiloto, estaba estacionado en la salida de un aparcamiento en el tronco central del paseo Lluís Companys de Barcelona, justo detrás de donde se dispuso el escenario en el que intervino Puigdemont.

El agente detenido, que está de baja desde hace meses, adujo ante los policías que lo arrestaron que había prestado el coche con el que huyó Puigdemont a una amiga, en un intercambio, ya que ella le prestó su furgoneta. Según su versión, a la mujer le iba mejor el Honda porque estaba más adaptado el cambio de pedales, ya que utiliza silla de ruedas. Además, sostiene que no habían hecho el cambio de nombre de los vehículos que intercambiaron porque era una persona de confianza.

Por otra parte, el juez ha dejado en libertad provisional al segundo mosso detenido -un investigado del caso Volhov que además ha sido suspendido de empleo y sueldo- por presuntamente facilitar la huida del expresidente Carles Puigdemont tras regresar este jueves para asistir a un acto en Barcelona. El arrestado es un investigado del caso Volhov por supuestamente haber filtrado información reservada al jefe de la oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay, ante la sospecha de que el policía le filtró información reservada.