Archivo - Decenas de personas durante una manifestación contra la masificación turística. | Isaac Buj - Europa Press - Archivo

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El crecimiento económico basado en el actual modelo turístico está agravando los desequilibrios sociales de Baleares. Esa es una de las principales conclusiones del informe presentado hoy por el Fòrum de la Societat Civil sobre la transición económica, social y medioambiental en las Islas de 2019 a 2023 que hace hincapié en los aspectos más negativos del «caballo desbocado que es el turismo», responsable en última instancia, según el estudio, de males al alza como la crisis de acceso a la vivienda o el abandono escolar.

«Estamos trayendo cada vez más turistas para tener menos riqueza de la que teníamos. La manera de crecer del turismo crea estos desequilibrios», afirmó el portavoz del Fòrum, Jaume Garau, para aseverar que en la actualidad «desafortunadamente estamos repitiendo los mismos esquemas de todas las crisis anteriores desde 1973».

En ese sentido, señaló que la crisis desatada por la pandemia de la COVID «puso en evidencia la necesidad del cambio de modelo turístico», un cambio que no se ha producido y que, a instancias del informe, está agravando sus deficiencias. «La carga turística ha subido pero la diversificación económica sigue sin producirse, lo que nos hace débiles». Garau estuvo acompañado de Andreu Grimalt, director en Baleares del observatorio contra la pobreza EAPN, y David López, de la Fundació Iniciatives del Mediterrani, quienes explicaron las conclusiones del ámbito social y del medioambiental, respectivamente.

Así, el informe establece una relación directa entre el «excesivo peso del sector turístico» en la economía balear y los problemas para acceder a una vivienda -problemas de los que también responsabiliza a las «nulas» políticas en materia de vivienda social- o unas tasas de abandono escolar que son «las más abultadas del Estado», recalcó Grimalt, quien explica que la amplia oferta de la industria turística facilita el acceso al mercado laboral de esos estudiantes, pero que eso «les hace más vulnerables a largo plazo».

Por lo que respecta al apartado medioambiental, los datos revelan un panorama mixto: a pesar de los avances en la instalación de energías renovables y en la protección de áreas marinas, los niveles de sostenibilidad y de preservación de los recursos naturales todavía están lejos de lo deseable, puntualizó López. Las dificultades para abordar el cambio de modelo turístico se agravan a causa de la visión que mantiene el Gobierno central del problema de la saturación turística. «El ministro de Turismo ve el problema muy focalizado en Baleares o Canarias; no ven que el problema es a nivel general y ya empieza a repetirse en muchos sitios», señaló Garau.

Muchas de las líneas generales del diagnóstico no difieren de las ya expresadas por otras entidades como Fundació Impulsa, el Consell Econòmic i Social (CES) de Balears o el propio Govern Balear en su Análisis de Coyuntura Económica, si bien las soluciones propuestas para ese cambio de modelo que todos consideran necesario pueden llegar a diferir enormemente. El Fòrum, en ese sentido, continúa insistiendo en planteamientos de decrecimiento que, lamentan, no parece que vayan a vislumbrarse en el documento final del Pacte per la Sostenibilitat.