El panel de boxes albergará hasta 60 vehículos de colección. | Pilar Pellicer

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La antigua embotelladora de Coca Cola, muy cerca del aeropuerto de Palma, empieza a mostrar su nueva cara. Las obras de Motorworld Mallorca se encuentran muy avanzadas. No en vano está previsto que en abril las instalaciones abran sus puertas como museo, así como un centro de exposición y comercial de vehículos clásicos y deportivos. Pero también busca atraer a todos los públicos con cualquier tipo de evento: desfiles de moda, presentaciones de coches que circularán por el interior del edificio, bodas y comuniones, entregas de premios de cualquier temática, conciertos o carreras nacionales de perros salchicha, como ya se celebran en Alemania.

A las puertas de la antigua fábrica una furgoneta de reparto de Coca Cola de estilo vintage recibe al visitante. Es un aperitivo de lo que será Motorworld Mallorca, una suerte de centro comercial que gira en torno a los automóviles pero que también quiere convertirse en el epicentro de actos gracias a sus salas de reuniones, conferencias y celebraciones con hasta 2.000 asistentes.

Además, un restaurante temático, con una cuidada decoración ambientada en el mundo del motor de aire americano vintage industrial, combinará la gastronomía americana, alemana e italiana, apta para todo tipo de bolsillos. La empresa alemana Raussenberger gestionará el restaurante y el cátering del recinto.

En el interior del recinto hay un circuito para conducir coches
En el interior del recinto hay un circuito para conducir coches. FOTO: P. Pellicer

Mathias J. Buttkus, gerente de Motorworld Mallorca, está exultante: por fin se acerca el final de un proyecto que lleva años de tramitación. Solo quedan seis meses para que Motorworld abra sus puertas y ya están con la fase de las instalaciones. «Nos gusta contar la historia del edificio. Motorworld elige casi siempre antiguas fábricas o aeropuertos en desuso para darles una nueva vida al patrimonio fabril», explica.

Delegaciones

Motorworld cuenta con varias delegaciones en Stuttgart, Colonia, Munich, Berlín o Zurich, entre otros. Dünkel Group, con inversiones en materias primas o energías renovables, ha invertido más de 20 millones de euros solo en la reforma. «En Frankfurt abrieron en una antigua fábrica de Opel, y en Berlín, hace 90 años estaba la fábrica original de Audi. Elegimos edificios catalogados y en cada lugar adaptamos la decoración para contar una historia», dice Buttkus.

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Las oficinas, que ya están operativas, dan una ligera idea de lo que será Motorworld Mallorca. Hay lámparas hechas de llantas o neumáticos y salas de reuniones cuyos asientos imitan a los de un coche de Fórmula 1. Los picaportes de las puertas son las pistolas de los surtidores antiguos de combustible.

La importancia de la ambientación es tal que en noviembre desembarcará un equipo de decoradores («son artistas», dice Buttkus) que durante dos meses darán el toque final a los 11.000 metros cuadrados de Motorworld Mallorca, que podrá ampliarse en un futuro si las expectativas se cumplen. El interior muestra una nave de dos plantas con hasta 11 metros de altura hasta el techo. Un gigantesco panel de boxes de tres plantas albergará 60 coches para aquellos que quieran guardar sus vehículos por 325 euros al mes, pero también mostrarlos a los visitantes. Ya están alquilados 29.

En el edificio hay talleres mecánicos para cualquier tipo de coche, incluido de las marcas Bugatti, Ferrari o Lamborghini, así como pequeños espacios que son alquilados a empresas relacionadas con el motor, ya sean simuladores de F1 o empresas que vinilan carrocerías. «Ya está arrendado el 81 por ciento de los espacios», dice.

En la parte exterior de Motorworld Mallorca hay una zona verde con unas pocas mesas y sillas. Allí descansan tres vehículos antiguos. Tanto que están consumidos por el óxido y las décadas de inactividad. Sin embargo, son un auténtico tesoro de propietarios mallorquines que han querido mostrar los restos casi arqueológicos de coches de hasta un siglo de antigüedad escondidos en el garaje.

«Habrá coches de lujo, pero también curiosidades del motor aptas para todo el mundo», advierte el gerente de Motorworld Mallorca. Antiguas camionetas de reparto o furgonetas Volkswagen de los 60 pintadas al estilo hippy aspiran a llamar la atención del visitante. El 26 de octubre se celebrará un jornada de puertas abiertas en el párking y en seis meses está previsto que abra sus puertas de manera definitiva.