Jaume Santandreu, en Can Gazá, en una imagen de 2023. | R.L.

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El excura Jaume Santandreu asegura que su último libro es el primero de sus escritos publicados que podría pasar perfectamente la censura moral y doctrinal de la Iglesia católica, el nihil obstat. «Por primera vez soy absolutamente positivo», confiesa, y describe Mon cor aflama estels. ApoElegies como un texto «inocente», «blanco». Tanto es así que el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, intervendrá en la presentación prevista para el día 24 en la parroquia de Crist Rei de Manacor, donde Santandreu dijo su primera misa tras ser nombrado sacerdote hace 64 años.

El exreligioso, que colgó el hábito por decisión propia y se casó, años después, con su pareja, Miquel Àngel Castell, dedica esta obra a las personas que le han influenciado a lo largo de sus 86 años. «Un texto cocinado en Can Gazà que, reviviendo a aquellas personas que para él y a lo largo del tiempo han tenido un peso específico, nos invita a celebrar la vida, a hacerla vividora para uno mismo y para el resto», escribe Jaume Mateu en el prólogo.

Protagonistas

La vida de sus hermanas Margalida y Bàrbara, fallecidas siendo todavía jóvenes, ocupan los primeros capítulos, seguidas por sus padres y su otra hermana Petra y su marido Bartomeu Galmés. El autor traza un mapa de la red de amistades que ha cultivado con los años y que ya han fallecido. Personas que han marcado profundamente su ser, como el cantante Guillem d’Efak, el escritor Antoni Serra Bauçà o Climent Garau Arbona. También mujeres como Joana Rebassa o Catalina Canyelles, «milagrosa protección» de Can Gazà, donde Jaume Santandreu fue jefe de cocina y vive como residente entregado desde siempre a los más excluidos de la sociedad.