Vidrierías Gordiola, con sede en Algaida, nació en 1719 cuando un joven vidriero procedente de la Corona de Aragón, Blas Rigal, se instaló en Mallorca y solicitó al Ayuntamiento de Palma permiso para hacer un horno de vidrio. Según un informe con fecha 16 de Agosto de 1719, el Exmo. Sr. Don Gaspar de Puigdorfila concedió la autorización. Este horno fue financiado por un comerciante catalano-aragonés llamado Gordiola.
Así se inició la saga Gordiola y el oficio de vidrio soplado en Mallorca. En los últimos cincuenta años, los vidrios de la familia Gordiola han viajado por todo el mundo y han tenido presencia en las ferias de Utretch, Nueva York; bruselas, Buenos Aires y Rio de Janeiro, entre otras.
El Colegio de Economistas de les Illes Balears ha reconocido la trayectoria de Gordiola por ser una de las marcas artesanales más reconocidas y prestigiosas a nivel internacional que formar parte de la historia cultural y artística de Mallorca y por su esfuerzo en mantener la técnica del soplado del vidrio, que le ha valido la inclusión en la lista Representativa de la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La familia Alderguer Palou se une a una lista de galardonados de reconocido prestigio empresarial, que incluye al Grup Serra, Gabriel Barceló, Abel Matutes, Juan José Hidalgo, Antonio y Lorenzo Fluxá, Gabriel Sampol, Vicente Rotger Rebassa, Miquel Bordoy, Gabriel Escarrer y Juan Carlos Rosselló Reynés, entre otros.
Los economistas aprovecharon su Diada anual para reflexionar sobre diferentes aspectos financieros en un mundo global cada vez más complejo. El decano-presidente del Colegio, Onofre Martorell, centro su ponencia en la nueva estrategia económica de Europa que, en su opinión, ha pasado de beber del neoliberalismo a abrazar el neomercantilismo para intentar dar solución a las grandes preocupaciones económicas y sociales de viejo continente: la creciente desigualdad, la protección de empleos nacionales y una mayor soberanía de los países miembros tras el Brexit
Entre los motivos del cambio de estrategia, Martorell destacó la vulnerabilidad europea evidenciada por el Covid-19, con la carencia general de productos por el cierre de fábricas y fronteras y de suministros médicos en particular. También hizo referencia al impacto de la Guerra de Ucrania, con la necesidad de diversificar fuentes de energía y ampliar la nómina de países emisores por la fuerte dependencia de gas y petroleo de Rusia, y la inseguridad alimentaria que ha creado el conflicto por la interrupción de exportaciones de cereales y otros productos agrícolas.
Los cambios geopolíticos y las rivalidades globales, con la creciente competencia con China en tecnología y comercio y la redefinición de alianzas debido a la política de repliegue de Estados Unidos, han contribuido también, según Martorell, a la apuesta de Europa por una mayor promoción de las exportaciones y una restricción de las importaciones, la acumulación de reservas, una mayor intervención estatal y dar prioridad al crecimiento interno de los países miembros. Una estrategia «neomercantilista» que para el decano de los economistas de Baleares presenta una doble cara, con consecuencias positivas (crecimiento económico, creación de empleo, desarrollo industrial, estabilización económica y competitividad global) pero también negativas (desigualdades globales, guerras comerciales, mayor dependencia del estado que puede reducir la eficiencia económica y desincentivar la competencia y una distorsion del mercado).
La Diada incluyó un breve resumen de las actividades realizadas por el Colegio durante el 2024 a cargo de Carles Mulet, vicedecano del Colegio, además de la bienvenida a los nuevos colegiados y un homenaje a los economistas con más de 25 y 35 y 50 años de profesión.
Cerró el acto el vicepresident del Govern, Antoni Costa que reiteró la voluntad del Govern de «facilitar las relaciones de la ciudadanía con la administración». A tal efecto, destacó la aprobación en el Parlament este próximo martes de la Ley de Simplificación y Racionalización Administrativas señalando que «no será la última: el año que bien habrá otra y al siguiente una tercera porque queremos que las empresas nos vean como un facilitador y no como un lastre». Costa repasó también las diferentes medidas fiscales aplicadas por el Govern, como la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones o la reducción del impuesto sobre trasmisiones patrimoniales, desde el convencimiento de que «la política de incentivos es la más adecuada para generar actividad económica y, por tanto, crecimiento».
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