Autocaravanas estacionadas en la zona de Son Güells. | F.F.

TW
53

La aprobación de la nueva ordenanza cívica de Palma, que prohibirá utilizar las autocaravanas como viviendas y multará por pernoctar en ellas en el municipio, ha provocado enorme malestar e inquietud entre quienes se han visto obligados a usar esos vehículos como vivienda ante la falta de alternativas o la imposibilidad de acceder a un piso o una habitación ya no sólo en la capital, sino en toda la Isla.

Espacios como el aparcamiento de las piscinas municipales de Son Hugo, la zona de Son Güells o Ciutat Jardí se han convertido en epicentros de estos improvisados poblados de autocaravanas, donde la incertidumbre se ha disparado tras el anuncio realizado días atrás por el alcalde de Palma, Jaime Martínez.

Pero ante la falta de soluciones desde el Ajuntament de Palma, este colectivo tiene claro que no va a quedarse con los brazos cruzados. De hecho, tienen claro que, si la ordenanza sale adelante y los problemas y las amenazas de sanciones se acrecentan, tendrán que buscar ellos mismos alternativas para poder seguir residiendo en sus vehículos, situación a la que mucho se han visto destinados por la coyuntura habitacional de la Isla.

Noticias relacionadas

«Si no nos dejan estar en Palma, tendremos que irnos a otros sitios», aseguran algunos de estos residentes en estas zonas invadidas por las autocaravanas en diferentes puntos del municipio de Palma. «Si no nos dejan estar aquí, ¿dónde vamos a ir? ¿Nos va a dejar el alcalde una habitación en su casa?», lamentaba una de las personas que vive sobre cuatro ruedas al conocer la intención del Ajuntament de Palma.

Mudanza

Ante eso, empiezan a calibrar posibles alternativas y opciones para poder seguir usando esos vehículos como lo que es: su única vivienda. «Nos tendremos que mover un poco, pero si en Palma no nos dejan estar, podemos ir a Marratxí, Calvià o Llucmajor, que están pegados y así no tenemos que movernos mucho más lejos», aseguran algunos de estos caravanistas. «Igualmente, tendremos cerca los autobuses de la EMT. Aunque tengamos que estar más lejos, no será tanta molestia», aseguran todavía bajo los efectos del impacto del inesperado anuncio de Cort.

Ante la inminencia de la aprobación y aplicación de la normativa, a la que enseguida se han opuesto los grupos de la oposición en el Ajuntament de Palma, ya han empezado a valorar qué camino tomar si no pueden seguir instalados como hasta ahora en la capital. «De estar aquí a movernos unos kilómetros no pasa nada. Lo suyo sería seguir juntos o en grupos, porque eso nos da seguridad», añaden, sin dejar de lado la reivindicación que creen podría dar una solución a la crisis abierta en el colectivo ante las sanciones que marca la ordenanza propuesta por Cort. «Si ponen en marcha espacios destinados a las autocaravanas, podemos estar allí. Y si tienen servicios, no es problema pagar una tasa. Nosotros ya pagamos impuestos, seguros, ITV... Sólo queremos un lugar en el que poder vivir tranquilos en nuestras circunstancias», apuntan. Y que, ahora mismo, pasan por residir en una autocaravana. «No estamos aquí por gusto», dicen de manera unánime.