Según datos de Red Eléctrica de España, la potencia instalada en las Islas de energía solar fotovoltaica y conectada a la red ha sido la misma de noviembre de 2023 a noviembre de 2024.
El consultor energético Pep Malagrava afirma que «esta situación no se daba desde 2020, dos años después de la derogación del llamado impuesto al sol. Con la derogación, muchos proyectos se pusieron en marcha».
Malagrava atribuye la congelación en las conexiones a la red de los parques fotovoltaicos «a diversos motivos: promotores que con autorizaciones de construcción no han iniciado las obras, otros que están pendientes de algunos permisos de conexión desde hace tiempo y tal vez algunos, los menos, pendientes de trámites administrativos para incorporarse a la red».
Para el consultor, «no es razonable, en un escenario de emergencia climática, la ralentitzación de la puesta en marcha de estas instalaciones».
Sin embargo, desde otras instancias se apuntan más causas, como la especulación, actuando del mismo modo que la inmobiliaria: promotores que cuentan con autorización, pero no tienen interés en construir y conectar el parque fotovoltaico, a la espera de que alguien les compre el permiso a un buen precio. También podría darse el caso de promotores que esperaban una financiación bancaria que finalmente no ha llegado. Aunque estos casos serían minoritarios en Balears, en la Península son frecuentes.
La plataforma Renovables sí, però així no! ha advertido repetidamente del rápido incremento de las tramitaciones de grandes parques solares fotovoltaicos en suelo rústico. Según la plataforma, sólo en la Part Forana se están tramitando 81 proyectos, que abarcarían más de mil hectáreas, la mayoría de ellas en suelo rústico. También recientemente, el Ajuntament de Palma ha anunciado que no autorizará nuevos parques fotovoltaicos en el suelo rústico del municipio.
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