Vista aérea de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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La población de Baleares crece a un ritmo tan espectacular que es incapaz de ajustarse a la velocidad a la que crece la nueva vivienda principal en las Islas. El desajuste se ve con claridad en los datos que muestra el Censo de Vivienda, correspondientes al año 2021, el último que existe. El número de casas y pisos creció mucho en 10 años, hay un total de 65.240 inmuebles más que hace 10 años, pero solo 11.799 de ellas se destinan a vivienda habitual.

En ese mismo periodo de tiempo la población aumentó en 82.912 personas. Es decir, en diez años se crearon más de 65.000 inmuebles, pero la mayor parte de esas nuevas viviendas están vacías, se destinan al alquiler turístico ilegal o son segundas residencias. No llegan a la población que las necesita para vivir. El resumen final que dibuja la comparación de los dos censos de vivienda, el de 2011 y el de 2021, es que, en 10 años, solo se han incorporado el mercado esas 11.799 viviendas para cubrir las necesidades de 82.912 nuevos residentes en la Comunitat.

Tensión en los precios

Esta presión sobre la vivienda de la nueva población que llega a las Islas explica, aunque solo en parte, la presión que existe sobre los precios. Hay otros factores, como la presión de la compra por parte de ciudadanos extranjeros, o las resistencias de muchos propietarios a alquilar sus pisos ante el temor a saber si cobrarán las mensualidades, pero esta elevada demanda de población también ayuda a tensionar los precios.

La realidad es que Baleares sigue en cabeza liderando los precios de la vivienda. Los datos del Colegio de Registradores no dejan lugar a dudas y en el tercer trimestre del año se pagaban 3.644 euros por metros cuadrado, por encima de comunidades como Madrid, donde el precio medio del metro cuadrado estaba en 3.552 euros en ese mismo periodo.

El exagerado coste de la vivienda se comprueba también comparando lo que se paga por una vivienda en Baleares y otra en la comunidad autónoma más barata, que es Extremadura. Un piso de 90 metros costaría de media 327.960 euros; un piso del mismo tamaño en Extremadura costaría 73.440 euros. Allí el precio del metro cuadrado es de 816 euros. Un ciudadano de Baleares paga una hipoteca media de 1.333 euros al mes; uno de Extremadura, 438 euros.

Los datos recogidos en el Censo de Población agrupan otros datos interesantes y que aún son más preocupantes porque indican el poco uso que se da a la vivienda ya construida en las Islas. Hay más de 105.000 viviendas vacías que no se destinan al uso para el que fueron construidas.