Marga Plaza, responsable del programa de atención a personas sin hogar de Cruz Roja. | Cruz Roja

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Cada noche, mientras la mayoría descansamos en una casa más o menos confortable, más de 400 personas duermen al raso en las calles de Palma. La unidad móvil de Cruz Roja patrulla la ciudad para prestar un servicio de proximidad a las personas en situación de sinhogarismo y cubrir en la medida de lo posible sus necesidades básicas. Marga Plaza es la responsable de esa unidad de atención a personas sin hogar titularidad del IMAS pero gestionada por Cruz Roja.

¿En qué consiste su programa?

Somos un servicio de proximidad y primera línea que hace actuaciones para mejorar la situación de personas en situación de sinhogarismo. Intentamos cubrir necesidades básicas de alojamiento, hacer una valoración y poner en marcha los recursos existentes. Eso implica también hacer entrega de mantas, alimentación... pero también un acompañamiento medico a urgencias, o ingresos de centros de acogida, entre otros. Siempre trabajamos de noche.

¿Es posible salir de una situación de sinhogarismo?

Es nuestro objetivo. Esa es nuestra otra línea paralela de trabajo. Hacer procesos de inclusión social para que puedan salir de la situación. Puede requerir de un acompañamiento, ayuda para la desintoxicación, o algo tan básico como tramitar un dni, una prestación económica, o una solicitud de los recursos de alojamiento disponibles.

¿Cuál es el perfil de las personas sin techo? ¿Está cambiando?

El perfil es muy heterogéneo. Su denominador común es la dificultad de acceso a la vivienda pero cada persona tiene sus patologías asociadas o ha vivido traumas, pérdidas de familiares, emocionales o materiales… Encontramos, desde personas que no pueden acceder a la vivienda a personas con adicciones, con problemas de salud mental… es muy heterogéneo. Detrás de cada persona hay una historia.

Los expertos aumentan de un aumento de personas con empleo en situación de sinhogarismo. ¿Lo están notando en Palma?

Sí que hemos notado que hay personas que tienen trabajo o que cobran prestaciones económicas y no bastan para acceder a una casa. El precio de la vivienda hace que ese dinero no te de. De hecho a veces no da ni para alquilar una habitación.

¿Qué entendemos por sinhogarismo?

Abarca desde personas que viven al raso a personas en infraviviendas, también a las que viven en centros de acogida que al final no tienen un hogar. Hay hasta 12 tipologías, Nosotros atendemos a las que duermen al raso (ya sea en un cajero, en un coche, en una plaza...), a las personas que viven en infraviviendas (sin luz ni agua) y el chavolismo.

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¿Qué ocurre con los asentamientos de trabajadores en caravanas?

Si no son un perfil de exclusión social no les atendemos, porque no podemos llegar a todo. Tenemos alguna persona viviendo en caravana, pero que ya viene del circuito con una problemática social.

¿Es posible dar una cifra real de cuántas personas viven en la calle?

Es complicado sacar cifras de personas que viven en al calle. Estoy segura de que hay personas que no han contactado o que no han localizado en el momento del recuento. En el último recuento (que al final solo te da la fotografía de una noche) pasamos de 200 personas en 2019 a 436 personas en 2023. En todo el año 2023 atendimos a 2.200 personas pero hay que diferenciar entre los que asistimos temporalmente o en largas temporadas. Algunos entran y salen de centros de acogida. El colectivo diana son los permanentes.

¿Notan reticencias a entrar en la red de refugios?

Sí. Los hay que son reticentes a entrar en un refugio. Son personas que lo han perdido todo y cuesta que vuelvan a confiar en los recursos sociales, a veces porque han tenido malas experiencias en los centros.

¿Con la saturación los centros están perdiendo calidad?

Entramos en un círculo vicioso. Ahora hay que dedicar varios días a conseguir una cama, no es fácil y la gente pierde confianza en los recursos. Hay que establecer un vínculo para que confíen de nuevo en ese recurso. Hay que trabajar mucho desde el vínculo.

¿Como ciudadanos qué podemos hacer?

Yo pido algo básico: cuando te cruces con ellos no les mires o trates de manera despectiva, diles un «Hola ¿cómo estás?». Necesitan hablar, no hay que pasar por delante de ellos como si fueran mobiliario. Tienen un nivel de autoestima bajo que suma en contra de sus procesos. No somos conscientes de lo que cambia un simple gesto.

¿Cuáles son los mayores riesgos que sufren las personas que viven en la calle?

Un 42% ha sufrido algún tipo de agresión o abuso. Lo más peligroso es la fobia a la pobreza. Hay mucha aporofobia en Baleares.