La institución insular ya tiene contabilizada la llegada de 361 menores este año a las costas de Mallorca. Son casi el doble de las llegadas totales que se produjeron el año pasado y ahora mismo deja un balance de 441 menores no acompañados que están acogidos por el Consell de Mallorca. Estos menores suponen el 60 % de todos lo que tiene ahora la institución a su cargo. La llegada masiva de estos menores ha tensionado los servicios sociales del Consell, que están desbordados y sin capacidad para acoger a más menores en sus instalaciones. Lo mismo cabe decirse de la situación del Consell de Eivissa y de Formentera.
La situación es tan complicada en esta isla que el Consell de Formentera ha pedido formalmente al Govern que asuma las competencias sobre menores tutelados ante la imposibilidad de asumirla con sus propios recursos, si bien la mayor parte de los menores que arriban a esta isla son trasladados después a Eivissa. En Mallorca los servicios están colapsados y el Consell y Delegación del Gobierno buscan un lugar donde poder atender a los niños ante la imposibilidad material de acogerlos en las dependencias insulares.
Una de las opciones que se barajan es la habilitación del antiguo polvorín de Santa Magdalena, en Inca. El delegado de Gobierno, Alfonso Rodríguez, informó de que la Secretaría de Estado de Infancia y Juventud, junto al Ministerio de Defensa, «están aclarando el proceso administrativo para llevar a cabo la operación» y el Consell estaba, en principio, de acuerdo. En paralelo, el Govern ha anunciado que hará pruebas dentales más precisas a los migrantes que llegan a las Islas para determinar su edad con más exactitud de forma que no queden en acogida migrantes que no son menores.