Un momento del acto organizado este martes en la Plaça de Sant Jeroni de Palma. | Pere Bota

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La Obra Cultural Balear (OCB) mantendrá la celebración de la Diada de Mallorca del 31 de diciembre con un acto festivo y a pesar de que el Consell haya decidido recuperar la fecha del el 12 de septiembre, creada por Maria Antònia Munar en 1997, ya que antes y después del fin de la dictadura franquista, así como desde 2016, siempre se celebró el último día del año en recuerdo de la conquista de Jaume I de Madina Mayurqa.

«La seguiremos celebrando siempre, y ahora lo hacemos más que nunca por la decisión partidista de potenciar una Diada postiza que toma como referencia un hecho anecdótico», ha afirmado este martes el presidente de la entidad, Antoni Llabrés, durante un evento organizado en la Plaça de Sant Jeroni de Palma. «Hemos hecho todo lo posible, pero no pararemos hasta cambiar este despropósito que esperamos que solo sea un paréntesis», ha advertido, y ha reivindicado el 31-D como «un elemento vertebrador para la Mallorca del futuro».

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«El 31 de diciembre es el día del pueblo mallorquín, es la Festa de l’Estandard, de las cuatro barras que forman parte de nuestros escudos y banderas, y que nos identifican como pueblo. La celebramos desde el siglo XIII, en Palma y en la Part Forana, y la razón de ser de esta Diada es manifestar que tenemos una identidad nacional propia y así la queremos reivindicar», ha defendido Clara Fiol, encargada de leer el manifiesto de la entidad. «Si queremos tener un futuro debemos saber reaccionar y exigir soluciones porque el régimen vigente de la España de las autonomías no ha dado los frutos esperados. Ha facilitado que sigan actuando sin freno los factores que arrinconan el uso de la lengua y la cultura propias de Baleares y de los demás países de lengua catalana», ha continuado la joven.

«Es cierto que nunca había habido tanta gente en esta tierra que supiese hablar en catalán, que la entendiera o que estás capacitada para comunicarse con ella. Nunca habíamos dispuesto de una literatura, de una creatividad musical o de unos medios de comunicación, en nuestra lengua, tan dinámicos como en el presente. Pero también es cierto que las herramientas de castellanización y sustitución culturales y lingüísticas nunca habían sido tan potentes como las de ahora», ha insistido, siendo un proceso que también afecta a la población local, no solamente la recién llegada. Por este motivo, la OCB presentó 50 medidas de aplicación urgente que las instituciones de Baleares deberían tomar en consideración para tratar, como mínimo, de minimizar estos efectos sobre la lengua y la cultura propias.

La presidenta de Joves de Mallorca per la Llengua, Maria Maians, ha afirmado que hablar catalán te hace mallorquín, al margen de ideologías, religiones o el color de piel. «Es la mejor herramienta de integración social en Mallorca y un eje vertebrador», ha opinado, y ha animado a que las instituciones la potencien más y que los ciudadanos la usen individualmente en todos los ámbitos.