Francesc Antich ante varios micrófonos de IB3 Televisión en su etapa inicial, en la que el expresident planteó numerosas enmiendas.

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Xisco Antich fue mi president y siempre estuvo a la altura. Hizo historia en Baleares y la ha hecho hasta con el último suspiro. Por desgracia, desde ayer, nuestro joven Govern de les Illes Balears ya tiene expresidentes que tan solo residen en nuestra memoria. Antich fue un ejemplo que no todos han sabido seguir. Fue el primero, y por dos veces, capaz de convencer, hasta a Unió Mallorquina, para liarse todos contra el PP. Nunca le oí hablar con desprecio de nada ni de nadie, era un hombre que quería sumar y sumaba. Un president que nunca hizo ostentación de su cargo. Todo lo contrario, era tremendamente humilde, honesto y sabía ir de frente. Un tipo de político que ya no está a la orden del día. Su mayor legado será su talante y cuantas cosas impulsó desde sus Governs por esta tierra y sus gentes. Ahora se estila más el descaro, la socarronería, el desprecio al adversario, la manipulación, la mentira, el insulto, la insolencia. Nada de todo eso formaba parte de su manual de instrucciones. Celebro la manera como nuestras instituciones, con Marga Prohens al frente, están honrando su legado y lamentando su pérdida. Antich fue mi president, y a él le debo un buen consejo que un día me dio y que no será ni hoy ni aquí dónde lo explique, pero sí dónde lo agradezca. Ojalá su temprana pérdida sirva para que se le tome ejemplo en muchas cosas. Habrá servido de algo.