¿Cómo han ido las fiestas navideñas y qué esperan de las rebajas de enero?
Ha sido la mejor campaña de Navidad desde la pandemia, aunque no a todos les ha ido igual. Por ejemplo, el pequeño comercio de barrio no se ha visto tan beneficiado como el mediano o el grande de la temporada turística, que ha sido excelente. Para las rebajas las expectativas son buenas.
Acaban de presentar un informe sobre el impacto de la temporada turística en el comercio y una parte importante de los comerciantes considera que la creciente llegada de turistas no siempre se traduce en un gasto significativo. ¿Qué medidas pueden tomarse para maximizar el impacto económico del turismo en el comercio?
Algo hemos hecho mal para que en estos últimos 20 años se haya producido un cierre masivo del pequeño comercio. Seguramente hace falta crear una Mesa del sector que analice por qué se ha producido este cierre masivo y por qué no llegan los recursos a todos. El comercio online también ha creado una brecha entre los comercios que venden a través de su página web y los pequeños que no disponen de esa herramienta. Hay que analizarlo en profundidad.
La falta de personal y el aumento de costes son problemas destacados en el informe. ¿Que soluciones propone la Confederación Balear del Comercio para fronteras estas dificultades?
Es la pregunta del millón, porque la falta de personal afecta a todos los sectores, no solamente al comercio. Tenemos que apostar por la creación de la Escuela de Comercio que sea un vivero de personal cualificado bien retribuido. La formación es básica. Hay que enseñar el oficio y todo los aspectos que conlleva, como el de la atención al cliente. Yo comencé en el comercio con 14 años como aprendiz, después fui ayudante de dependiente y fui pasando por todas las categorías hasta llegar a director.
¿Qué pasos está dando el comercio balear para adaptarse a la competencia online? ¿Se sienten acompañados por la administración en el tránsito hacia la digitalización?
La venta online tiene un gran problema para el comercio de Baleares que son los costes de envío. La insularidad nos perjudica, por no hablar de la doble insularidad de Menorca, Ibiza y Formentera, y por eso reclamamos bonificaciones que reduzcan esos costes para poder competir en igualdad de condiciones con nuestros homólogos peninsulares, algo que contempla el reglamento de la Comunidad Europea. Se lo expusimos a la presidenta Marga Prohens en una reunión y sé que está en ello y que ya lo ha trasladado al gobierno central. Es un problema que debemos solventar porque no pude ser que en esta carrera de la digitalización y la venta online unos vayamos a pie y otros en moto.
Más del 57% de los comerciantes lamentan en el informe no haber visto iniciativas de dinamización comercial. ¿Qué tipo de políticas o proyectos serian más efectivos para fortalecer el sector?
Las ciudades son cada vez menos accesibles por falta de aparcamientos. Los comercios del centro de Palma viven de los turistas, pero de ahí no los sacas y no van a los comercios del extrarradio, que también pagan impuestos. ¿Dinamizar, dónde? ¿En el centro? ¿En el extrarradio? Es importante sentarse a pensar, ver cómo lo hacen los demás y adaptar ideas que funcionan, como la iluminación de Navidad de Vigo o los sencillos puntos turísticos de Oviedo donde todo el mundo se hace fotos. Una ciudad limpia y segura, y soy de los que piensa que Palma ha mejorado en estos aspectos, ayuda mucho al pequeño comercio. El reto es traer gente del extrarradio al centro y viceversa, porque tato en palma como en los pueblos hay comercios más allá del centro.
Casi un 48% de comerciantes está en contra de la Zona de Bajas Emisiones...
Porque está muy claro que va a perjudicar la actividad comercial. Pero la norma viene de Europa y se tiene que aceptar. Creo que a la hora de delimitar la zona deberían haber mirado mejor donde están realmente las emisiones, porque en el centro de Palma, sobre todo en los alrededores de la Catedral, apenas circulan coches.
Las Grandes Superficies plantean añadir los comercios de Avenidas y Portopí a la Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) del centro de la ciudad (Jaume III, Plaça Joan Carles I i es Born) para que también puedan abrir durante todo el año. ¿Se van a poner de acuerdo?
No. Para las patronales del comercio es una línea roja. Nos pusimos de acuerdo con las grandes superficies en los festivos y ahora con protocolos de emergencia, pero ampliar la ZGAT en estos momentos es inviable para nosotros.
Piden ustedes una reducción de la presión fiscal. ¿Qué proponen concretamente?
Menos impuestos. Desde 2008 hasta la pandemia perdimos un 15 % de actividad comercial. Y desde la pandemia hasta ahora, otro 14 %. Es decir, que en los últimos 16 años, la actividad comercial en las Islas ha caído prácticamente un 30 %. Y los que bajan la persiana son sobre todo pequeños comercios, porque las grandes superficies no ha cerrado ninguna. Cuando hablamos de rebajar impuestos, lo primero es mirar a quien ayudamos más. Todo el sector necesita apoyo, pero quien más lo precisa es el pequeño comerciante, que es el que ha hipotecado su casa para tener un local donde desarrollar su negocio y se endeuda si lo tiene que cerrar.
¿Cúal es el reto más importante y urgente que debe solucionar el comercio para ser un sector puntero en la economía balear?
Para que la gente venga a una zona a comprar se necesitan tres cosas: limpieza, seguridad y fácil acceso. Lo más importante es potenciar estos tres aspectos y hacer que la gente se sienta bien y cómoda
¿Qué previsiones tienen para este 2025?
A pesar de que después de la pandemia parecía haber un gran afán de consumo, lo cierto es que hasta el 2024 no hemos recuperado el ritmo de ventas de antes de la crisis sanitaria. De cara al 2025 somos moderamente optimistas, porque las ventas no dependen únicamente de las ganas que tenga la gente de comprar, sino que también influye la guerra en Ucrania, el conflicto en Israel, temas geopolíticos que no podemos controlar. Pero si todo va bien, las perspectivas son buenas para esta temporada y debemos ser optimistas.
3 comentarios
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¿Que el pequeño comercio cierre en el centro no será por disminución de residentes tradicionales y, con ellos, comercios tradicionales, y la apertura de otros locales como minimarkets, puestos de souvenirs y demás que ofertan, básicamente, productos al visitante? ¿Cómo es que cada vez venga más turistas y haya más población en la isla pero las tiendas se cierren? A lo mejor saben cuál es el problema pero no se atreven a decirlo...
Els residents, els que sabem com funciona la indústria turística i de serveis, no volem treballar de cara al turisme, cap pare voldria que els seus fills acabin treballant en aquest sector. És hora de reduir turisme, diversificar i fer que estudiar valgui la pena
Bien remuredado? El sector servicios no está tan mak remunerat amb comparació altres sectors. 😎🐺🐺