Nicolás Redondo y Rosa Díez observan los desperfectos en la casa del pueblo de los socialistas en la localidad de Lejona.

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Durante la madrugada del sábado varios desconocidos lanzaron cócteles molotov contra la sede del PSE en la localidad vizcaína de Lejona y volvieron a atacar la tienda de un concejal del PP de Santurce.

Una hora después, otro grupo de encapuchados tras romper los cristales de la sede del PSE en Lejona lanzó varios cócteles molotov al interior provocando graves daños en sus instalaciones.

La ejecutiva del PSE emitió un comunicado para condenar los dos ataques en el que asegura que con ellos «se expresa una vez más la verdadera voluntad de paz de los nacionalistas radicales». También exigieron explicaciones a los nacionalistas, especialmente al PNV y al lehendakari, Juan José Ibarretxe, a los que recordó que están gobernando con el apoyo de EH, un partido que no va a condenar la violencia.

En términos similares se expresó el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, quien reprochó al PNV que esté «dando cuerda» a HB con sus actuaciones. Pidió a Ibarretxe, que «deje de mirar hacia otro lado porque él no puede ser copartícipe de esa responsabilidad y exija a HB que condene la violencia.

El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, también condenó los ataques y aseguró que sus autores «no entienden nada o tienen una mente enferma o no quieren la paz en Euskadi». Reconoció que la violencia callejera es uno de los principales escollos que existen entre el PNV y EH.