La reunión entre Aznar y Pujol en La Moncloa se prolongó por espacio de casi tres horas.

TW
0

«No soy mediador, y como no soy mediador tampoco puedo ser un tertuliano de esto». Con estas palabras el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que ayer se entrevistó con el presidente del Gobierno, José María Aznar, en La Moncloa, negó la posibilidad de que fuera a ejercer un papel de mediador entre el PNV y el Ejecutivo en Euskadi.

Ambos mandatarios coincidieron en su voluntad de asegurar la estabilidad y de que la legislatura se agote, y el líder de CiU manifestó su «predisposición favorable» a apoyar los Presupuestos del 2000 si siguen la línea actual.

Tras más de dos horas y media de reunión, Pujol subrayó que nadie, ni el Gobierno central ni el Ejecutivo vasco que preside Ibarretxe le habían solicitado que mediara entre ambos para acercar posturas en cuanto al proceso de paz. «Lógico», dijo Pujol, que argumentó que ni le corresponde, ni tiene «vocación» y que, además, la relación entre PNV y el Ejecutivo existe.

Además del proceso de paz, buena parte de la entrevista estuvo centrada en la economía y en el agotamiento de la legislatura. Aznar le reiteró a Pujol su voluntad de convocar elecciones en la primavera del 2000 y éste la de agotar su mandato en Cataluña y continuar apoyando al Gobierno central en aras de la estabilidad.