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El ministro portavoz, Josep Piqué, insistió ayer en que el Gobierno considera que el pacto de Ajuria Enea «sigue siendo el marco válido» de consenso que «acoge al conjunto de las fuerzas democráticas», aunque añadió que «a partir de ahí todo se puede hablar y discutir».

El secretario general de los socialistas, Joaquín Almunia, admitió que es necesario que exista un foro de diálogo en Euskadi donde estén presentes «todas las fuerzas políticas que quieren definitivamente la paz».

Almunia no fue tan tajante como Borrell, quien ha indicado que Ajuria Enea es un foro «muerto» porque Ibarretxe no quiere convocarlo, y destacó que esta Mesa tiene «plena vigencia». No obstante, sostuvo en declaraciones a Antena 3 que «alguna claúsula» entre fuerzas nacionalistas impide su convocatoria.

La disposición de Borrell fue acogida con acritud por parte del presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, quien lamentó que el máximo portavoz del PSOE «quiera enterrar Ajuria Enea como proponen los nacionalistas».

Borrell, que respondía a la propuesta del lehendakari, Juan José Ibarretxe, de crear un foro sin exclusiones ya que en su opinión ni Ajuria Enea ni Lizarra sirven, insistió de nuevo en que el PSOE está dispuesto a contemplar la creación de este nuevo marco, pero subrayando, como hiciera el miércoles, que la condición es que todos los asistentes condenen la violencia de forma previa.