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Los últimos acontecimientos sobre el 'caso Zamora' provocaron ayer un cruce de críticas entre el PP y el PSOE. Por un lado, los socialistas exigieron al presidente del Gobierno, José María Aznar, y al secretario general del PP, Javier Arenas, que comparezcan urgente y públicamente para dar una explicación y denunciaron una campaña del PP para alejar al jefe del Ejecutivo de las actuaciones judiciales sobre este caso, al tiempo que denunciaron una campaña para intentar apartar a Aznar del escándalo en Zamora.

Por otro, los populares, ante las informaciones publicadas sobre la supuesta petición del PP al diputado José Manuel Peñalosa y al senador Dionisio García Carnero, imputados en el caso, para que abandonasen su escaño, cerraron filas, negaron este hecho y subrayaron su inocencia. Asimismo, recordaron al PSOE, en referencia al 'caso Filesa', que ellos crearon una «trama de empresas» para financiarse.

El constructor zamorano Antonio Sangregorio confesó ante el Supremo haber entregado un donativo de 750.000 pesetas para financiar la campaña electoral de Aznar. El PSOE considera «evidente que el hoy presidente del Gobierno recibió dinero de una constructora prometiendo que multiplicaría la cantidad por 300». También destacó los nuevos datos aportados por el constructor sobre el modo en que se compró el voto al tránsfuga del PSOE.