Tras la última sorpresa política en Melilla, cuando la abstención
del PP dio el cargo de vicepresidente de la televisión local a un
miembro del GIL, el PSOE reclamó a la dirección nacional del PP que
aclare si esto significa que existe un pacto con el GIL ya que, en
caso de confirmarse, el secretario general de los 'populares',
Javier Arenas, tendría que acabar «tragándose» todos los ataques
que lanzó contra los socialistas, según dijo Ramón Jáuregui. El PP,
a través de Rafael Hernando respondió que quienes ahora se «rasgan
las vestiduras» son los auténticos culpables de la situación que se
vive en la ciudad.
Desde el Gobierno, Josep Piqué minimizó el hecho de que el GIL
logrará la vicepresidencia de la TV gracias a la abstención del PP.
El jueves, durante la primera reunión del Consejo de Administración
de la sociedad pública que controla la televisión local de Melilla,
la abstención del PP en la votación del vicepresidente hizo que
este cargo recayera en el miembro del GIL José María Benítez
Menull, lo que provocó las iras de los socialistas que acusaron al
PP de facilitar el acceso de la formación de Gil a un área tan
importante como la televisión local.
Mientras, Coalición por Melilla y el PIM firmaron ayer un pacto
de gobernabilidad y reprocharon al GIL, PP y UPM que se hayan
«cerrado al diálogo». El representante de CM denunció un posible
pacto «secreto» entre el GIL, el PP y UPM que tendría como fin el
reparto de las direcciones de las empresas municipales.
De otra parte, el alcalde de Marbella (Málaga), Jesús Gil, acusó
ayer al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, de
mantener bloqueados «por motivos políticos» un total de 13
proyectos impulsados por el gobierno municipal.
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