TW
0

Al cumplirse un año del anuncio de tregua por parte de ETA, Gobierno y partidos hicieron un llamamiento para que el cese de sus actividades armadas sea permanente.

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, afirmó que «ETA todavía no ha tomado su gran decisión». Oreja considera que «ETA debe entender que el rechazo social a la violencia es tan fuerte que ya no puede volver a practicarla».

El ministro aseguró que el Gobierno está dispuesto a proseguir el diálogo con ETA sin «ni siquiera» discutir la entrega de las armas, pero no pagará un precio político ya que exigir la autodeterminación a cambio de la paz es un «chantaje».

También desde el Gobierno, Josep Piqué afirmó que ve difícil que ETA vuelva a las armas al asegurar que «cada día que pasa se hace más difícil el retorno a la violencia». No obstante, se dirigió a la organización terrorista para instarla a abandonar definitivamente las armas.

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, aseguró que el primer aniversario de la tregua de ETA es «un día para estar felices, pero no totalmente satisfechos», ya que falta que los terroristas «anuncien que dejan de serlo».

Almunia comentó que hacía treinta años que en España no se podía celebrar un aniversario sin muertes por terrorismo. «Todos nos tenemos que felicitar de que haya pasado más de un año sin asesinatos terroristas en nuestro país», agregó.

Sin embargo, indicó que la satisfacción no es total por cuanto que «la tregua no se ha convertido en una paz definitiva», lo cual exige que se den «más pasos». «Sobre todo "dijo", los terroristas han de anunciar que dejan de serlo, que renuncian a matar para imponer sus ideas y que aceptan el juego democrático».

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, trasladó un mensaje de «ilusión y optimismo» a la sociedad vasca con motivo del año de tregua de ETA. En este sentido, precisó que «si algo me gustaría dejar legado a mi familia, a mis hijas, sería precisamente una sociedad en la que podamos pensar y vivir en libertad».

Ibarretxe se mostró «esperanzado» y aseguró que «permite pensar que en un futuro es posible superar una fase negra, una etapa negra de la historia».