La gestora del PSPV nombrada ayer por la Comisión Permanente de la
Ejecutiva Federal del PSOE no consiguió cerrar la crisis en la
federación valenciana, ya que tres de los 14 miembros de la nueva
dirección han anunciado que no están dispuestos a formar parte de
la misma.
Los alcaldes socialistas Enrique Navarro, Pascual Azorín y Jesús
Ros no se integrarán en la nueva gestora como protesta contra un
órgano que consideran que está «copado» por seguidores del
secretario federal de Organización, Ciprià Ciscar.
Tras aceptar ayer las dimisiones del secretario general del
PSPV, Joan Ignasi Pla, y del presidente y secretario federal de
Empleo, Joan Lerma, la Comisión Permanente de la Ejecutiva Federal
nombró a mediodía una gestora en la que, en principio, debían
integrarse los alcaldes socialistas de las principales ciudades de
la Comunidad cuya gestión se ha visto refrendada «holgadamente» en
las últimas elecciones.
Sin embargo, y tras conocerse la composición de la nueva
gestora, los tres alcaldes citados anunciaron su rechazo a formar
parte de la misma, una iniciativa que podría ser secundada además
por Carmina del Río, del sector «lermista», e incluso por un vocal
de la gestora considerado cercano a Ciscar, según informaron las
mismas fuentes.
En esta misma línea, el ya ex secretario general del PSPV-PSOE,
Joan Ignasi Pla, manifestó que la nueva gestora que a partir de
ahora dirigirá el partido «no respeta el equilibrio» entre los
distintos sectores del partido, y es «reflejo» de la opinión
formulada por el secretario federal de Organización, Ciprià Ciscar,
cuya dimisión no fue aceptada por Joaquín Almunia. Pla manifestó en
conferencia de prensa que, dado que el secretario general del PSOE,
Joaquín Almunia, no conoce la realidad valenciana y «es muy difícil
crear una gestora en 24 horas y sin conocer lo que pasa» en esta
Comunidad, «Ciscar habrá intentado formular» a Almunia su opinión
sobre «quiénes deben componer» la gestora.
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