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El presidente del Gobierno, José María Aznar, afirmó ayer que el objetivo del pleno empleo será «asequible» en España a partir del año 2002, cuando por primera vez el Estado conseguirá tener superávit en sus cuentas. Esta situación supondrá, en su opinión, «un salto de prosperidad espectacular en la sociedad española».

Aseguró que el Ejecutivo mantendrá su política de «rigor» presupuestario y no atenderá «los planteamientos políticos que pongan en riesgo esta política de saneamiento y estabilidad». Respecto a la inflación, señaló que el Gobierno reforzará el proceso de liberalización para contener los precios.

Aznar glosó las principales directrices de los Presupuestos del año 2.000 y señaló que el objetivo de un déficit público del 0'8 por ciento del PIB es «más ambicioso que el previsto en el pacto de estabilidad». En este sentido, señaló que el gasto del conjunto de las administraciones del Estado pasará a ser del 42% del PIB, frente al 46'7% en 1995. Resaltó que esta política de rigor presupuestario ha coincidido con la creación de dos millones de nuevos empleos en España en los últimos cuatro años. «Estamos en un círculo positivo que es que a menos déficit más empleo».

El Gobierno presentó ayer en el Congreso los últimos Presupuestos Generales del Estado de la legislatura, con los que pretende mantener el ritmo actual de crecimiento económico y de aproximación a los niveles europeos de renta y empleo.

Tras entregar el Proyecto de Ley con las cuentas del Estado para el año 2.000, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, subrayó que los objetivos de los Presupuestos son el empleo, el crecimiento y la mejora de la protección en materia de pensiones, gasto social, sanidad y enseñanza.

Rato explicó que, en el conjunto de la legislatura, el gasto en pensiones crecerá un 31 por ciento, en sanidad un 33%, en educación un 25%, en políticas activas de empleo un 140%, en infraestructuras un 30 por ciento y en Investigación y Desarrollo (I+D) un 145 por ciento, mientras que bajará en el resto.

El Ejecutivo prevé para el 2000 un crecimiento de la economía del 3'7%, similar al previsto para 1999, un déficit público equivalente al 0'8% del PIB, seis décimas menos que lo calculado para el presente ejercicio, y una inflación del 2%, frente al 2'4 de este año.