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Portavoces de las distintas fuerzas políticas acogieron ayer con disparidad de criterios la nueva comunicación de ETA, ya que mientras desde el PP se dijo que se trata de un ejercicio propagandístico y desde el PSOE se acogió con escepticismo su significado, los partidos nacionalistas destacaron que es positivo que la organización armada esté dispuesta a proseguir el diálogo.

El secretario general del PP, Javier Arenas aseguró que se trata de un «comunicado con intención propagandística y de chantaje», y dijo que, sobre los puntos de negociación, «sólo podemos hablar de la paz, e insistir en que la paz no tiene precio político».

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, consideró que «los términos en que ETA dice que quiere hablar llevan al escepticismo».

Por su parte el portavoz del PNV, Joseba Egibar, opinó que ETA ha respondido al «emplazamiento perpetuo» al diálogo del Gobierno central, pero advirtió de que «la clave» para alcanzar la paz en el País Vasco está en que ambos manifiesten su respeto a la decisión y voluntad de los vascos.

El presidente del Partido Popular en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, manifestó que la carta de ETA revela que esa organización no tiene voluntad de paz y supone un «chantaje» al Ejecutivo.

El vicesecretario general de Eusko Alkartasuna, Rafael Larreina, consideró que el ofrecimiento de diálogo de ETA es «un dato positivo».