TW
0
EFE/OTR - VITORIA El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, acusó ayer a ETA de mentir, de jugar sucio y de romper la unidad de los nacionalistas, con el anuncio del final de la tregua. Arzalluz destacó que «hoy (ayer) hemos sufrido una seria decepción» y agregó que «ETA deberá responder ante el pueblo cuáles son las verdaderas razones (del final de la tregua), que no son las que han dicho, porque no son ciertas».

Aseguró, en este contexto, que «ETA miente» cuando afirma en su comunicado que el PNV no cumplió el acuerdo alcanzado entre este partido, EA y la propia banda en septiembre de 1998 y que hacía referencia a la necesidad de institucionalizar la territorialidad de Euskadi. «Hasta aquí no había inconveniente, salvo en los modos y las maneras de hacerlo», explicó Arzalluz, y agregó que el PNV puso dos condiciones: que cada paso se hiciera de común acuerdo y que no se olvidara que esta formación es mayoritaria.

ETA no aceptó esas condiciones y «esto quiere decir en todas partes que no hubo acuerdo y por tanto que no lo hemos incumplido. Que no engañen». Respecto a la segunda propuesta de ETA de organizar unas elecciones conjuntas en el País Vasco-Francés, la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra, indicó que el PNV no la aceptó «por estrambótica. Eso solo se le ocurre a quien no tiene ni idea de la realidad política».

Hizo hincapié en que «ETA ha jugado sucio y no lo esperábamos». Sobre la posible ruptura de la unidad de acción de los nacionalistas que puede provocar la actitud de ETA, Arzalluz agregó que esto es algo que no han podido hacer «ni Mayor Oreja ni Aznar, ni nadie», lo cual, a su juicio, «demuestra que los extremos se tocan y se necesitan unos a otros». El líder del PNV también dijo que ETA ha retrasado la marcha política del país «años y años» y «la retrasará más todavía si sigue por ese camino».

También se refirió al PP y, tras señalar que «cuando había que moverse, no se han movido» y que «en esos momentos hemos visto filtraciones y traiciones, conocidas o no», aseguró que a este partido «no le interesaba la paz, solo la paz por la derrota, liquidando problemas sin entrar en lo de atrás: que Euskadi quiere ser libre».