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Joaquín Almunia criticó ayer que frente a una campaña de confrontación y debate, el PP esté llevando a cabo «abusos flagrantes en las reglas del juego democrático», tanto en los espacios informativos de TVE como en campañas de «propaganda partidista» del PP que «deterioran» la idea de la política en democracia».

Por ello, anticipó que cuando el presidente del Gobierno convoque oficialmente las elecciones, su partido transmitirá a la Junta Electoral central sus quejas sobre la «violación de las reglas del juego y la igualdad de oportunidades» en campañas de publicidad e informativos de medios públicos. Almunia fue más duro en sus criticas al presidente cuando se remitió a los mítines de apertura de precampaña que pronunció ayer en Ceuta y Melilla y le reprochó tanto sus «proclamas españolistas», como su intento de «apropiarse» de la Constitución, si bien garantizó que su partido «no va a consentir que España y la Constitución sean y entregados a las manos del señor Aznar y sus amigos». «Esto lo hace con las empresas públicas pero no lo va a poder hacer con la idea de España ni con la Constitución», señaló.

«Solo faltaba que el último en llegar a la defensa de la España democrática, autonómica y plural se la quiera quedar en exclusiva cuando en su partido todavía hay rezagados que no han llegado a defenderla.

Para Almunia, el presidente de los populares empiezan la campaña como ya lo hicieron en los comicios de 1996. «Mes y medio de proclamas españolistas, de hinchar el pecho imperial para después pasar cuatro años hablando catalán en la intimidad y cediendo lo que no debía. Solo está pensando en que se le dé la oportunidad de volver a abrir la mesa de negociaciones y volver al trueque de apoyos por dinero, pero así no se construye España».

Criticó la «generosidad del señor Aznar» en sus concesiones a los nacionalistas vascos y catalanes, ya que éstos tienen «un grado de compromiso con la España constitucional inferior al de la España de 1996». Por ello, reprochó a Aznar que haga concesiones a cambio de votos, «sin importarle lo que cede, porque su modelo de España queda arrumbado en marzo de 1996, sin construir uno distinto».