El testigo protegido Pedro Luis Miguéliz, «Txofo», ratificó ayer en
el juicio del «caso Lasa-Zabala» que el guardia civil Enrique
Dorado Villalobos le confesó que él y Felipe Bayo participaron en
el secuestro, tortura y asesinato de los etarras Lasa y Zabala.
Pedro Luis Miguéliz se limitó a asegurar que todo lo que sabía
del caso se lo había contado el ex sargento Dorado, con quien
realizaba actividades de contrabando, y afirmó que desde que
declaró ante el juez en 1995 ha recibido amenazas de muerte. El
testigo protegido, que declaró detrás de un biombo para preservar
su imagen, aseguró que Dorado Villalobos le había contado que
interrogaron a Lasa y Zabala en el Palacio de la Cumbre con el
«consentimiento» y «beneplácito» del entonces gobernador civil
Julen Elgorriaga y aunque no implicó de forma directa a Rodríguez
Galindo, dijo que Dorado le aseguró que trabajaba a sus
órdenes.
El juicio se reanudó ayer con la lectura de un acuerdo de la
sala de Gobierno de la Audiencia Nacional en el que se expresa el
«dolor» del tribunal por el fallecimiento del comisario Jesús
García.
Pedro Miguéliz, que fue condenado por contrabando, relató en la
vista que conoció a Dorado en torno a 1979 por su cuñado y que
entonces inició una relación «comercial y de amistad» con él, ya
que participaba, junto a otros guardias civiles, en sus negocios
ilícitos de contrabando. Según el testigo, Dorado le dijo que a
Lasa y Zabala «los secuestraron en Francia, los trajeron a España y
los tuvieron en el Palacio de la Cumbre, y que luego los
interrogaron, los trasladaron a Busot y allí los mataron y
enterraron».
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