El Gobierno de Navarra decidió ayer «dar por resuelta» su relación
con el Ejecutivo vasco dentro del Protocolo de Colaboración
Aquitania-Navarra-Euskadi, único acuerdo protocolario que mantenían
ambas comunidades, hasta que el Gobierno de Juan José Ibarretxe
rompa con EH o la formación abertzale condene la violencia
terrorista. Para el PSOE, esta decisión es un «error», ya que los
ejecutivos deben situarse siempre al servicio de los ciudadanos.
Mientras, PNV y EA acusaron a UPN de tener como «objeto
fundacional» romper «la relación entre vascos».
El presidente navarro, Miguel Sanz, explicó que se mantendrá la
colaboración en acuerdos puntuales porque «los acuerdos no pueden
ir en contra de los intereses generales». Indicó que el pacto de
Gobiarno en la Comunidad Autónoma Vasca, «correa de transmisión del
pacto de Estella, recoge objetivos políticos de territorialidad
referidos a Navarra, que pueden ser defendidos o rechazados desde
la legitimidad democrática, pero nunca sustentados en la violencia
y el terrorismo».
Sanz añadió que el Gobierno navarro rechaza, «por ambigua y
fuera de toda lógica democrática» la decisión del lehendakari
Ibarretxe de dejar en suspenso el pacto de Gobierno con EH,
«coalición que sigue sin condenar y por tanto amparando la
violencia criminal de ETA». a decisión del Ejecutivo Foral no fue
bien recibida por el resto de las formaciones del Parlamento
navarro, si bien las críticas tuvieron diferente intensidad. Así,
el pOrtavoz parlamentario y secretario general del PSE en Alava,
Fernando Buesa, aseguró que la decisión del Gobierno navarro es un
«error», por lo que abogó porque el presidente reconsidere su
postura.
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